El pasado miércoles 26 de febrero, residentes del norte de Bogotá captaron con sus celulares lo que parecía ser una camándula suspendida en el cielo. El video, que rápidamente se difundió en redes, mostraba una figura que simulaba una camándula, flotando sin una explicación aparente. Las voces de quienes grabaron el avistamiento expresaban asombro e incredulidad, mientras algunos sugerían que se trataba de una señal divina.

La peculiar escena no tardó en despertar todo tipo de teorías. Comentarios sobre la posible venida de Cristo, mensajes celestiales o fenómenos paranormales inundaron las plataformas digitales, avivando la discusión entre creyentes y escépticos.

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¿Fenómeno divino o explicación terrenal?

Aunque muchos vieron en la camándula flotante una señal milagrosa, una explicación más racional se abrió paso entre las opiniones. Usuarios de redes sociales aclararon que se trataba de globos con forma de camándula, inflados con helio, que suelen utilizarse en ceremonias religiosas. Al soltarse, estos objetos pueden elevarse y crear la ilusión de flotar en el cielo.

Pese a la explicación, el video continuó circulando y alimentando la imaginación colectiva. Este episodio refleja cómo las redes sociales pueden transformar sucesos cotidianos en fenómenos virales, donde la línea entre la fe, la ciencia y la fantasía se vuelve cada vez más difusa.