¿Realmente los edulcorantes son malos para nosotros?
¿Sin embargo, cuánta evidencia hay de que son malos para nosotros?
El aspartame es quizá el endulzante artificial más conocido y también el que tiene peor prensa.
Dieta
Muchos compran bebidas dietéticas y edulcorantes en un intento para reducir la cantidad de azúcar que consumen.
Es una alternativa al azúcar, un ácido graso creado a partir de ácido aspártico y fenilalanina.
Un documento de 1996 indicaba que el aumento de los tumores en el cerebro podían estar relacionados con la cada vez mayor popularidad del aspartame.
El temor se mantuvo, y comenzaron a mencionarse otros tipos de cáncer vinculados con el consumo del edulcorante.
Era tal la preocupación que el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos llevó a cabo una investigación en 2006 basada en los datos de medio millón de personas.
El estudio no encontró un aumento del riesgo de contraer cáncer de cerebro, leucemia o linfoma en personas que habían consumido aspartame.
Del mismo modo, cuando la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria hizo la investigación de la evidencia más exhaustiva hasta la fecha, concluyó que en los niveles recomendados (40 miligramos al día por kilogramo de peso) su consumo era seguro, incluso para niños y mujeres embarazadas.