Este 24 de diciembre los fundadores de las últimas religiones monoteístas, Jesucristo y Mahoma, comparten aniversario por primera ocasión desde el siglo XVI.

Cada noche del 24 de diciembre los cristianos celebran el nacimiento de Jesús. Mientras los musulmanes conmemorarán al profeta Mahoma en el Aid al Mawlid, la fiesta islámica del día 12 del mes musulmán de Rabi al Awal.

Pero como los meses musulmanes siguen un calendario lunar, cada año cambian por unos diez días con respecto al calendario solar, razón por la que las fechas musulmanas, incluido el Ramadán, son móviles con respecto al calendario gregoriano.

Es por ello que este 2015 la celebración a los fundadores de las dos mayores religiones universales coincide en un mismo día, aunque no tiene nada que ver entre sí.

LA “GLOBALIZACIÓN” DE LA NAVIDAD

En el mundo cristiano cada diciembre se llena de adornos navideños, pero la Navidad se ha universalizado, por lo que este aspecto decorativo ha saltado el Mediterráneo hasta llegar a las calles de Marruecos, así como a las de otros países árabes.

Incluso, en Marruecos hay escuelas donde invitan a Santa Claus, con todo y su saco de regalos, los supermercados son adornados con guirnaldas de navidad y las pastelerías ofrecen “rosca de reyes” y “troncos de Nochebuena”.

Sin embargo, no significa que los musulmanes celebren el nacimiento de Jesús, sino que el consumismo de la Navidad llegó hasta ellos, detalla la agencia EFE.

No es solo la fiesta de Año Nuevo, en la noche del 31 de diciembre, se ha convertido en una celebración universal y laica. Algunos en Marruecos, que nunca han pisado una iglesia católica, también se permiten una cena especial el mismo 24 de diciembre.

¿Y LA CELEBRACIÓN A MAHOMA?

Paradójicamente, el aniversario de Mahoma pasa casi desapercibido, y en las calles de las ciudades musulmanas se trata de una fiesta casi invisible.

Celebrar a Mahoma no tiene el mismo impacto que tienen otras grandes fechas del calendario islámico, como el Ramadán o la Fiesta del Sacrificio. En Marruecos, aparte de algunos dulces que se venden para la ocasión, nada en el ambiente indica que se acerca una fecha importante.

Esto se debe a que en los últimos años, en los que gana peso la lectura salafista del islam y un rigorismo importado de Arabia Saudí, la celebración de fiestas como el Aid al Mawlid es vista con malos ojos por aquellos que pretenden “limpiar” el islam de impurezas.

La veneración de Mahoma, por ejemplo, es considerada una “bida” (una innovación que se aparta de la norma); aunque no caiga en la categoría de herética como pueden serlo el culto a los santos.

El salafismo, obsesionado con el monoteísmo, se opone a cualquier culto o veneración a Mahoma, que es solo un mensajero de Dios, y rechazan en consecuencia las prácticas sufíes de rezar al profeta.

Es así como una Navidad laica y comercial tiene se establece en las ciudades islámicas mientras que la natividad de Mahoma queda aislada a una vieja tradición, cada vez con menos partidarios.