El fútbol profesional en Alemania se reactivó bajo estrictos protocolos de bioseguridad en medio de la pandemia que afronta el mundo por la propagación del coronavirus. Graderías vacías, anulación de saludos protocolarios y constantes procesos de desinfección durante los partidos fue el escenario que se vivió en una de las principales ligas del 'viejo continente'.

Inicialmente, los jugadores de cada equipo se dirigieron a su terreno bajo la orden de no saludar al rival ni al cuerpo técnico, y en consecuencia, también se les había recomendado previamente celebrar los goles con abrazos o aglomeraciones entre sus compañeros.

Los bancos se ampliaron para que los emergentes tuvieran una distancia mínima de dos metros. Además, se pidió mantener tapabocas o mascarillas mientras no se estuviera en etapa de calentamiento. Otra recomendación fue evitar el contacto con las manos habitual cuando se producen modificaciones y usar permanentemente gel antibacterial.

Los balones, arcos, banderines, pasillos, camerinos, conos, uniformes, redes y hasta los equipos de televisión fueron desinfectados antes, durante y después de cada partido para reducir las probabilidades de contagio y en el marco de las exigencias de las autoridades internacionales.