Inclusión financiera en Colombia ha aumentado 10 puntos en los últimos 4 años
Credicorp lanzó la cuarta edición de su Índice de Inclusión Financiera, IIF, estudio anual que revela que el 28 % de la población adulta latinoamericana alcanzó un nivel alcanzado de inclusión financiera, un aumento considerable comparado con el 25 % en 2023 y 16 % en 2021.
Los resultados subrayan una tendencia positiva en la región por cuarto año consecutivo, y de la cual Colombia es parte.
El estudio elaborado por Credicorp y encargado a Ipsos Perú recoge datos en ocho países de Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Perú. Este se construye a partir de tres dimensiones de medición: acceso, uso y calidad percibida del sistema financiero. De esta manera, el estudio se centra en la demanda, pues recopila información directamente de la ciudadanía mediante encuestas en hogares. Para ello, se entrevistó a más de 13 mil personas mayores de 18 años en los 8 países evaluados.
“Durante estos cuatro años, el IIF se ha convertido en una herramienta clave para comprender los retos que plantean los países en cuanto a la inclusión financiera. Los resultados evidencian el rol que está jugando la digitalización en este ámbito y la urgencia por fortalecer aquellos planes que descentralicen los servicios del sistema financiero formal”, comentó Nancy Tueros, presidenta de Mibanco Colombia.
Colombia se mantiene en el quinto lugar del ranking, con una puntuación de 45.6 este año. El puntaje del país, en una escala de 0 a 100, donde un mayor puntaje indica un mejor nivel de inclusión financiera, ha incrementado de 38 puntos en el 2021 a 48,3 en esta edición. Este avance ha permitido que Colombia sea el país que más ha aumentado su puntaje a lo largo de las cuatro mediciones del IIF. Además, en el 2024, 26 % de la población colombiana se encuentra en nivel alcanzado de inclusión financiera, 11 puntos porcentuales más que en la primera medición (2021).
Colombia 2024
Colombia sigue destacándose sobre todo por la tenencia de billeteras móviles. El 62 % de colombianos afirma contar con una billetera o aplicación para pagos digitales, muy por encima del promedio regional que es de 36 %.
La mejora general en el nivel de inclusión financiera en Colombia es conducida por incrementos en el conocimiento de productos financieros formales y una mayor tenencia de productos de crédito dentro del sistema.
Sin embargo, en cuanto al uso de medios digitales, a pesar de la amplia tenencia, el porcentaje de usuarios frecuentes (diario o semanal) de estos aplicativos (44 %) cayó 8 puntos porcentuales entre el 2023 y 2024, superando únicamente a México (24 %). Asimismo, solo el 27 % de los colombianos afirma que suele usarlos para pagar productos y servicios.
En términos de satisfacción, Argentina (77 %) y Colombia (67 %) son los países donde mejor se perciben estos medios de pago. No obstante, a nivel regional, persiste el miedo a realizar transacciones por medios digitales, tanto entre usuarios (37 %) como no usuarios de productos de ahorro y crédito (38 %). Colombia es el país con el menor porcentaje de usuarios con temor a realizar transacciones por medios digitales (32 %). En respuesta a ello, en Colombia el uso de cajeros automáticos se ha reducido.
En la dimensión Acceso, la región ha subido 17 puntos desde el 2021, pasando de 33 a 50 en el 2024.
Colombia tiene un puntaje de 52, 6 en esta dimensión, cuatro puntos más que la edición anterior. El país destaca en la tenencia de productos de ahorro o seguros, donde solo el 3% de la población manifestó no tener ningún producto de este tipo, triplicando el promedio regional. En cuanto a conocimiento sobre productos financieros, los colombianos en promedio conocen más de 8, por encima del promedio regional. Asimismo, Colombia, junto a Argentina, es de los países con menos barreras para acceder al sistema financiero, el 78 % de los encuestados dice no tener inconvenientes.
El reporte indica que 99 % de los colombianos sigue usando efectivo como medio de pago. No obstante, en el último año se ha visto un incremento en la proporción de ciudadanos en la región que reciben ingresos a cuentas personales en detrimento del uso del efectivo.
En el caso colombiano, más de la mitad de la población señala recibirlos a través de cuentas a su nombre. Mientras que, el 16 % lo hace en efectivo y el 30 % afirma no contar con ingresos.