Sector energético en cuidados intensivos
El Fenómeno de El Niño ha sido más fuerte de lo esperado inicialmente en junio de 2023, e inclusive más de lo que se preveía a inicios de 2024, cuando ya se incorporaba un recrudecimiento.
En Colombia, los bajos niveles de lluvias han desencadenado un deterioro acelerado de los embalses en el país, que hoy tocan mínimos desde 1992.
El Ideam ha disminuido continuamente sus predicciones de lluvia para el mes de abril en los últimos meses. En marzo, la entidad estimó probabilidades de lluvia para abril superiores a 70% en varias zonas del Meta, Cundinamarca, Antioquia, Casanare y Atlántico.
Un análisis de la situación energética, realizado por Corficolombiana, indica que en sus más recientes predicciones del Ideam para marzo se esperaban probabilidades de lluvia entre 40% y 50% en las mismas zonas.
El bajo nivel de precipitaciones repercute directamente en las afluencias de agua que llegan a las plantas y embalses del Sistema Interconectado Nacional, SIN, que hoy se encuentran en mínimos históricos, al menos desde que se cuenta con registros.
Si bien en los últimos días se han presentado ligeras recuperaciones en el nivel de los embalses, todavía se está lejos de superar la situación crítica en el sector. En esta coyuntura, de mantenerse la tendencia en la reducción de los niveles de embalse observada en promedio en los últimos 10 días en el país, se llegaría al nivel crítico de 27% el 30 de abril.
Por su parte, de mantenerse la tendencia observada en los últimos dos días, el nivel de los embalses cerraría en 30,5% en abril.
Las menores lluvias y afluencias en los embalses no sólo afectan la prestación de los servicios de acueducto, sino también la capacidad de generación de energía eléctrica en el país.
La matriz energética nacional cuenta con una capacidad instalada de 20,2 GW, donde el 65,4% está compuesta por plantas hidroeléctricas. Sin embargo, precisamente en periodos donde esta generación se ve comprometida, como en el actual, la generación por parte de plantas térmicas cobra gran relevancia, puesto que funciona como respaldo del sector eléctrico.
En efecto, la generación hidráulica, que normalmente aporta entre el 70% y 80% de la generación de energía eléctrica total, hoy solamente está generando el 45,8%. Como es habitual en estas coyunturas, la menor actividad a partir de fuentes hídricas ha sido compensada por el incremento en la generación térmica, especialmente con gas y carbón, representando a la fecha el 52% del total.
No obstante, las plantas térmicas de gas y carbón ya se acercan a su máxima capacidad, ubicándose en un 95% y 87%, respectivamente.
La menor disponibilidad hídrica ha repercutido indudablemente sobre la cotización diaria de la energía. Los precios de la energía en bolsa superaron el precio de escasez en varios días del mes de abril y hoy están al borde de este valor de referencia. En tan sólo un mes, los precios en bolsa han aumentado un 94%.
Esto es relevante puesto que cuando el precio de bolsa supera el precio de escasez, se genera una señal de que hay una situación crítica en el sistema y se activan mecanismos de generación de respaldo, que hoy están llegando a su máxima capacidad.
Respecto al traslado del precio en bolsa a los precios de contratos de largo plazo de energía, las estimaciones sugieren que un choque al alza en los precios en bolsa en +100% variación anual agrega 0,4 puntos porcentuales (p.p.) y 1,1 p.p. al crecimiento anual de los precios regulados y no regulados de los contratos de largo plazo, respectivamente.