La Asociación Nacional de Productores de Leche, Analac, puso en conocimiento de las entidades de gobierno, las medidas arbitrarias de algunas de las principales empresas de la industria láctea colombiana, consistentes en restringir indiscriminadamente el recibo de la leche producida en el campo colombiano, frenando el progreso productivo, fomentando la informalidad, agravando las condiciones de mercado y especialmente afectando negativamente los ingresos de los productores de leche. 

Analac reiteró su preocupación ante dichas medidas que desde febrero y hasta el presente se evidencian. 

El gremio hizo un llamado a que la compra de leche cruda a fincas productoras se mantenga estable y no agregue criterios, no contenidos en la normatividad vigente, para sustentar decisiones de menores compras. 

Esto que impacta a Antioquia desde el inicio del año y que se ha expandido a Nariño, Valle del Cauca, Eje Cafetero, Caquetá, entre otras cuencas lecheras, es un enorme obstáculo para el desarrollo de la cadena láctea, un freno contundente a la productividad en finca que, sumado a los ya 14 meses de tendencia a la baja en el precio pagado al productor, al enorme esfuerzo realizado por productores, con altos costos, para garantizar el abastecimiento de leche durante el verano, limita las posibilidades de venta para el productor y lo pone en serias dificultades económicas. 

El volumen no comprado a productores resulta ampliando el mercado informal de lácteos, representando nuevamente un obstáculo para el progreso de la cadena láctea colombiana. Este impacto perdura en el largo plazo y debilita principalmente a los pequeños productores de leche. 

La magnitud de la caída en el precio al productor por 14 meses, no se ha reflejado en los precios en planta de los lácteos, y mucho menos en los precios finales al consumidor, como lo evidencian los informes de la Unidad de Seguimiento de Precios, USP, del Minagricultura, coincidentes con los de la Bolsa Mercantil de Colombia y complementados por el DANE y el monitoreo de precios de Analac. 

Es de vital importancia que, tanto en planta como al consumidor final, estos cedan a un ritmo más ágil que refleje un esfuerzo articulado de la cadena y no solo aquel de los productores de leche. Así, en cadena podremos fortalecer el consumo de lácteos y atender esta compleja situación.