Recursos, el principal reto del programa Mi Casa Ya
El principal reto de Mi Casa Ya, MCY, es la disponibilidad de recursos. Aunque se venía exhibiendo una demanda anual de subsidios superior a los 66 mil en 2021 y 2022, la meta planteada en el Plan Nacional de Desarrollo es de 50 mil por año, reveló un análisis de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia, Asobancaria.
Para el gremio, las potenciales demoras en la disponibilidad de cupos y la insuficiencia de estos pueden afectar la confianza de los hogares en el programa, impactar negativamente la comercialización por parte de los desarrolladores hacia familias con expectativa de subsidio y ralentizar no solo la asignación de los mismos, sino también retroceder en materia de focalización, el cual es justamente el objetivo de la transformación del programa. Si bien el Gobierno ha realizado un esfuerzo en este frente, luce estratégico no bajar la guardia y buscar recursos nuevos, especialmente considerando el factor contracíclico.
Déficit de coberturas
Durante la segunda mitad del año anterior cerca de 20 mil familias avanzaron hasta la última etapa del proceso de compra de vivienda con beneficio de MCY. Sin embargo, esta no ha logrado materializarse porque no se han cargado coberturas de tasa de interés, lo que bloquea el cierre financiero y el desembolso del crédito.
Ello no solo acarrea costos extra a las familias que posiblemente siguen viviendo en arriendo, sino que genera litigiosidad con las constructoras, que también se ven afectadas. Es de la máxima importancia que se carguen coberturas suficientes e idealmente que se diera un panorama claro sobre las mismas para todo el cuatrienio.
Operatividad
Parte del éxito de MCY es la eficiencia en su funcionamiento. Aquí resulta de gran importancia automatizar el nuevo esquema de asignación e igualmente capacitar a todos los agentes involucrados.
Hay que evitar que los cambios planteados afecten el uso de mecanismos ágiles, como lo es el caso de los avalúos tipo, o que se generen procesos y reprocesos que haga pesada la operación.
Finalmente, la oportuna sisbenización de los hogares interesados en acceder al subsidio demanda celeridad por parte de las autoridades competentes en este frente.
Mi Casa Ya presenta oportunidades de mejora y la actual administración ha querido profundizar en elementos asociados a focalización e inclusión de nuevos territorios, lo que es sin duda un propósito loable.
En este contexto Asobancaria señala la importancia de ser cuidadosos para que la búsqueda de mejoras no sacrifique bondades del programa original y su coordinación con el esquema de preventas.
A juicio del gremio financiero hay un particular empeño para mitigar elementos en la implementación que pudiesen afectar a familias próximas a recibir su subsidio. Paradójicamente, uno de los desafíos más importantes de Mi Casa Ya hoy se asocia a su destacado crecimiento.
La demanda de cupos supera las disponibilidades presupuestales vigentes, lo que podría impactar negativamente la confianza en el programa. Celebramos el esfuerzo anunciado por el Gobierno Nacional para habilitar más subsidios y al mismo tiempo resaltamos la conveniencia de seguir buscando recursos, especialmente de cara a las bondades de MCY como herramienta contracíclica de carácter social en un escenario de desaceleración económica.