Analistas ven nubarrones en el costo de vida lo que resta del año
El pasado jueves DANE dio a conocer las cifras del Índice de Precios al Consumidor para agosto de 2023. La variación mensual presentó un resultado de 0.7%, lo cual se ubicó 20 puntos básicos por encima del resultado del mes anterior y marcó un giro en la tendencia hasta el momento.
Para los analistas, la lectura de inflación para agosto muestra señales de alarma cada vez más claras que de no ser controladas podrán generar sorpresas preocupantes durante la segunda mitad del año.
En un análisis de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, señala que el precio de los alimentos, que en lo corrido del año había actuado a favor de la moderación de la inflación, cambió de tendencia, contribuyendo a una subida generalizada en el nivel de precios y el retorno del efecto regresivo de la inflación.
Además, no hay que desconocer los factores de riesgo que podrán impactar el precio de los alimentos en los meses siguientes, como el Fenómeno del Niño y el cierre de vías importantes de abastecimiento de productos agrícolas, señala el informe.
El repunte en el precio de los alimentos se une a la persistencia de la inflación de energéticos y la inflación núcleo (sin energéticos ni alimentos), que, aunque han empezado a bajar, siguen en niveles muy por encima del histórico.
En este contexto, aunque la inflación anual mantiene su tendencia a la baja por quinto mes consecutivo, su ritmo de desaceleración se ha ralentizado.
Como consecuencia, tanto la inflación mensual como la anual se ubicaron por encima de las expectativas de los analistas. Las sorpresas alcistas de la inflación pueden enviar señales de falta de control de las instituciones sobre el nivel de precios, lo que podrá desanclar las expectativas en el corto, mediano y largo plazo.
Si esto ocurre, se obstaculizan los canales de transmisión de la política monetaria y se hará más difícil un retorno a la meta de inflación del Banco de la República.
Desde ANIF, se establece que es prioritario mantener una postura contractiva por un tiempo más prolongado que reafirme el compromiso de las autoridades monetarias por recuperar la estabilidad en el nivel de precios.