Las cinco cámaras de la salud de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia,  ANDI, que representan la cadena del sistema en el país, hicieron un llamado al Gobierno Nacional a actuar con celeridad para atender la insuficiencia en el flujo de recursos que se está registrando en el país y que ya está afectando las capacidades de los prestadores de servicios de salud y todos los eslabones de esta cadena.  

“Es absolutamente necesario actuar con urgencia y tomar medidas que garanticen que exista suficiencia de recursos para que los pacientes no sean afectados. Desafortunadamente, hoy en día ya estamos viendo impactos, tales como cierres temporales de servicios y de camas hospitalarias; así como un ciclo de terminación de contratos entre hospitales y EPS. Si bien es cierto que el problema sobre el flujo de los recursos no es nuevo, sí ha empeorado significativamente en los últimos 60 días; es obligación de las autoridades reconocer esta situación, abordarla y dar solución pronta, para lo cual nosotros estamos prestos a aportar activamente”, señaló Bruce Mac Master, presidente de la ANDI. 

Explicó que el deterioro de cartera vencida alcanzó su nivel más alto de los últimos tres años, llegando al 67,5%. En el segundo trimestre del 2023, el porcentaje de esta tuvo un aumento anual de 7,5 puntos porcentuales frente al mismo período del año anterior. 

Adicionalmente, aseguró que existe un hueco de financiamiento que a junio ascendía a los $6,9 billones; explicado por recursos pendientes por girar de ‘presupuestos máximos’ que sumaban alrededor de $1,1 billones; giros del ‘acuerdo de punto final’ de alrededor de $1,2 billones y una diferencia entre los ingresos y los gastos del sistema de salud de más de $4,6 billones. 

El presidente de la ANDI señaló que la sostenibilidad se ha visto afectada por tres razones principales: el efecto del denominado ‘Covid prolongado’, por servicios que tuvieron que ser postergados para que el sistema se concentrara en atender la pandemia; el desequilibrio de la UPC, pues este rubro se considera insuficiente por razones como: envejecimiento de la población, inclusión de nuevas tecnologías y tratamientos de alto costo que desbordan la UPC, inflación e incluso devaluación del peso; y además, concentración de riesgo en algunas EPS, las cuales han recibido traslados de otras entidades que han sido liquidadas, desequilibro en la prevalencia de enfermedades crónicas, entre otros aspectos. 

Mac Master destacó que, de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Medellín, existe un rezago en el cálculo de la UPC, cuyo ajuste en 2022 debió haber sido de entre el 25,34% y el 28,45%, y fue del 14% en promedio. 

“Si la tendencia se mantiene tendremos un déficit en el país por este rubro de alrededor de 3 puntos del PIB en 20 años. Pero, además, reiteramos la urgencia de resolver el problema de la insuficiencia que está sucediendo hoy en día y que puede repercutir en un eventual apagón de servicios para los pacientes”, explicó Mac Master. 

En ese escenario, la ANDI propone crear un plan de estabilización financiera que incluya tres puntos fundamentales: un mecanismo de ajuste ‘ex post’ de única vez para atender el desequilibrio causado por la pandemia; un ajuste único de la UPC para el 2024, que contemple los desequilibrios del 2022 y 2023 y proyecte los incrementos del 2024; y diseñar mecanismos de ajuste transitorio de la UPC para las EPS que recibieron población de otras EPS liquidadas. 

Todo lo anterior, con el fin de asegurar el flujo permanente de recursos hacia entidades prestadoras, clínicas, hospitales y proveedores del sistema que son quienes están encargados de la atención directa de los pacientes. 

El presidente de la ANDI concluyó diciendo “esta conversación, que es distinta a la que se están dando sobre la eventual reforma, debe dinamizar el sistema de salud con soluciones constructivas que permitan que Colombia pueda atender a los pacientes, que somos todos”.