Dados los resultados recientes en términos de actividad económica, que han mostrado un comportamiento positivo, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, revisó al alza la proyección de crecimiento del PIB para 2024. Se estima una variación de 1,7% anual, 0,6 puntos porcentuales superior al pronóstico anterior y 1,1 pp superior al crecimiento observado en 2023. 

Este crecimiento estaría asociado al buen desempeño de las actividades de esparcimiento 6,7%, el sector agropecuario 4,3% y los servicios públicos 4,1%. 

Para cierre de 2025, se espera que la economía colombiana se expanda 2,4% anual, donde se proyecta que las actividades artísticas sean las que registren la mayor variación 6,7%, seguidas de la gran rama de administración pública y defensa 3,0% y el comercio 3,0%.

En 2024

Según el centro de estudios económicos, los resultados para el primer trimestre de 2024 sugieren la temida desaceleración económica que tanto habían anticipado los analistas y expertos. 

Después de la contracción generada por la pandemia del COVID-19 y la reactivación de 2021 y 2022, el cierre de 2023 dio muestra de un ajuste macroeconómico importante. 

El primer trimestre de 2024 siguió esta senda, al registrar un crecimiento anual de 0,7% y completar cuatro periodos con dinámicas cercanas al 0,1%. 

Al analizar la actividad económica de los primeros tres meses, desde el enfoque de la oferta, se observa que la gran rama de administración pública y defensa siguió liderando y explicando el comportamiento económico, pues con una variación anual de 5,3% aportó 0,7 puntos porcentuales (pp) al crecimiento total. 

Si se desagrega esta actividad, el comportamiento de administración pública y educación obedeció al aumento en el personal y el incremento salarial decretado para los funcionarios públicos. 

Para las actividades asociadas a la salud, en este periodo hubo mayor demanda de servicios con internación como lo son las camas UCI, urgencias, cirugías y atenciones de enfermedades de alto costo.

El sector que sorprendió fue el agropecuario, pues gracias a la mayor demanda nacional e internacional, con un crecimiento de 5,5%, fue el segundo que más contribuyó al crecimiento del trimestre (0,5pp). 

Este desempeño estuvo explicado por el buen comportamiento de los cultivos agrícolas, en particular por las plantaciones de banano, plátano y flores.

No despegan industria y comercio

En contraste, la industria y el comercio no han logrado despegar y continuaron en terreno negativo. 

En conjunto, estas dos actividades restaron 0,9pp al crecimiento, con variaciones de -5,9% y -0,8%, respectivamente. 

En el primer caso, los metalúrgicos básicos y los no metálicos tuvieron contracciones considerables asociadas a menos solicitudes de insumos por parte de la construcción. 

A su vez, se observó un menor dinamismo de la actividad de hilatura y tejeduría debido a la menor demanda por parte de los hogares y el sector institucional. En general, se evidenció acumulación de inventarios y cierre de locales. 

Por su parte, el débil comportamiento del gran sector de comercio respondió al renglón de alojamiento y servicios de comida, donde se observó una disminución de consumo en restaurantes por cuenta de los mayores costos de los insumos alimenticios y por el aumento en las tarifas de alojamiento.

También se observó una contracción de la demanda interna de -2,6% anual, jalonada por el mal desempeño de la formación bruta de capital (-13,4%), aunque levemente contrarrestada por el consumo final (0,4%). 

En cuanto a la formación bruta de capital fijo, maquinaria y equipo fue el rubro que más cayó (-10,8%) y más negativamente contribuyó (-4,6pp), seguido de vivienda (-6,8%; -1,5pp) y otros edificios y estructuras (-2,2%; -0,5pp). Esta situación estuvo asociada al menor dinamismo de la construcción, que en enero completó 14 meses con resultados negativos.