Los residentes del barrio Calarcá se encuentran preocupados por la ubicación de los reductores de velocidad que a su juicio están mal puestos y solicitan a la administración que les brinde una solución dado que la accidentalidad en la calle 44 con carrera 10 es muy alta.

“El índice de accidentalidad es el pan de cada día, existen pares pero la gente no los respeta y se terminan estrellando, por eso creemos que un reductor de velocidad es urgente, tenemos un hueco entre la 10 y 10ª y pese a las múltiples solicitudes aún no se tiene respuesta, en cuanto al transporte la ruta 15 que sube hacia el centro por la 10ª debe movilizarse por una ruta que no tiene ningún mantenimiento está totalmente acabada”, puntualizó John Rodríguez, comerciante del sector.

Explicó que en muchas ocasiones los accidentes son causados por personas imprudentes que terminan lastimando a quienes sí respetan las normas por lo cual solicita mayor atención para este punto de la ciudad por parte de la Secretaría de Tránsito. 

En cuanto al consumo de estupefacientes especificó que en las horas de la tarde empiezan a llegar grupos a los lugares más oscuros del sector y se dedican a consumir drogas por lo cual los residentes sienten miedo de salir luego que se oculta el sol por miedo a ser agredidos. 

“Esperamos que el nuevo Código de Policía sea aplicado en su totalidad para mejorar la convivencia ciudadana pues hay personas que no logran entender que sus vecinos tienen derechos”, puntualizó el señor Rodríguez.