El desarrollo urbanístico de una ciudad es muy importante pues brinda bienestar y desarrollo, sin embargo la situación se hace compleja cuando los vecinos del proyecto se sienten inconformes. 

Esto es lo que se viene presentando en el barrio San Diego donde la construcción del edificio Belén Reservado tiene molestos a los vecinos que indican que la reubicación de las aguas residuales les está causando inundaciones de más de un metro de altura. 

Juan Carlos Villanueva, residente del sector, relató que les quieren tirar las aguas que vienen de Alaska y el Colegio Tolimense, “cuando hicieron el edificio crearon un tubo y dijeron que echaron las aguas hacia la calle 11 pero ellos no han escavado nada, nos quieren tirar el agua del edificio por debajo de cuerda, el señor del Ibal dijo que iban a poner un tubo de 6 pulgadas y ahora vinieron a poner uno de 20 pulgadas para recoger todas esas aguas”.

Villanueva denunció que el presidente de la JAC comunal otorgó un permiso sin contar con el conceso de la comunidad y mientras tanto los vecinos se están inundando cada vez que hay fuertes precipitaciones. 

Comentó que han tenido inconvenientes con la constructora e incluso el jueves pasado no tenían el permiso de tránsito y cuando los requirieron comentaron que para eso tenían palancas y con ellas hacían de todo.

Por su parte la señora Martha Abril puntualizó que la comunidad requiere que los encargados de la obra muestren los permisos al día, ya que necesitan saber si se ha realizado un estudio serio por parte del Ibal e Infraestructura que garanticé que la capacidad del agua sirve y se puede conectar a la alcantarilla.

“Lo que nos preocupa es que han iniciado a hacer las cosas al escondido, si no es porque la comunidad se ha parado y estado al pendiente de los permisos, esta sería la hora que tendrían conectado eso, nosotros solo queremos que existan todos los permisos pues cuando rompieron en junio Infraestructura los multó pero está es la hora que no pagan la infracción y sí siguen trabajando como si nada”.

Indicó además que la situación es tensa debido a que cada que llueve el agua sube hasta un metro lo que ha afectado seriamente la normalidad y dañado varios elementos de sus hogares pero pese a la situación el Ibal no realiza el mantenimiento que las alcantarillas requieren. 

“El embellecimiento de la ciudad no justifica el daño que le están haciendo al barrio San Diego, en este caso queremos con todo respeto pedirle a los entes de control que estén al tanto de la situación y nos ayuden a sellar la obra ya que sus permisos no están en el sitio que se encuentran laborando, nos quieren borrar de la ciudad de Ibagué pues ese caudal que nos inunda nos está acabando todo y nadie nos responde”, indicó Andrés Castro.