“Las finales no tienen precio, es algo indescriptible que no se paga con nada, pensar en que no queríamos ganar es descabellado”: Gabriel Camargo
Luego de 15 años sin estrellas el Deportes Tolima le dio la mejor de las aperturas a las fiestas de Ibagué al derrotar por penales al Atlético Nacional en el Atanasio Girardot el pasado sábado ante más de 45 mil espectadores presenciales y varios millones más que siguieron la transmisión desde sus hogares.
Un triunfo que llenó de alegría y de gloria a los hinchas del Deportes Tolima que celebraron hasta altas horas en todos los rincones del país.
Gabriel Camargo, presidente del Deportes Tolima, calificó como una hazaña este triunfo ante el equipo verdolaga e indicó que siente una gran alegría porque sabe que fueron más de 400 mil hinchas los que acompañaron la caravana de bienvenida al equipo.
“Fueron casi 10 kilómetros de recorrido en que la hinchada salieron a saludarnos y fue vibrante entrar al estadio para verlo lleno de todos esos amigos que nos apoyaron, esperamos que las cosas sigan muy bien y todos tengamos conciencia de lo que es el Deportes Tolima y lo sigamos apoyando para hacerlo más grande”.
Camargo afirmó que los minutos en el Atanasio Girardot fueron emocionantes y llenos de gloria al ver como el equipo logró remontar el resultado negativo que llevaban desde el Murillo Toro.
“Remontar el marcador y ganarles el partido cuando todos saben el invicto que traía el Nacional, para nosotros fue algo extraordinario e indescriptible, estoy muy feliz de poder entregar este regalo a toda la hinchada tolimense”.
Durante los 15 años de sequía los tolimenses asistieron a la final del 2006, 2010, 2016 y por fin en el 2018 se dio la segunda estrella, esto generó que muchas personas especularan que las directivas vendían las finales, un mito que termina con la segunda estrella.
“Miren las finales no tienen precio, es algo indescriptible que no se paga con nada, todos hacíamos el esfuerzo solo que siempre nos aventaron al piso pero de ahí a que no quisiéramos quedar campeones es algo descabellado que no cabe en la cabeza de nadie, lo que vivimos en Ibagué el domingo no tiene precio”.