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Se ha copiado el vínculo

¿El asesor del asesor por el que pagan casi $73 millones en el IBAL?

Varias dudas deja el trabajo que desde finales de febrero viene haciendo un comunicador social al interior de la empresa ibaguereña.
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Alacoplatam
18 Jul 2024 - 6:29 COT por Ecos del Combeima

Desapercibido ha pasado - hasta ahora - un comunicador social foráneo que lleva facturando varios meses gracias a la chequera de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL).

Se trata de Freddy Serrano Díaz, un profesional a quien le entregaron desde finales de febrero de este 2024 un generoso contrato de casi $73 millones para asesorar al IBAL en temas de comunicación.

Sin embargo, según le indicaron algunas fuentes a Ecos del Combeima, existen dudas sobre este cuantioso negocio.

De acuerdo con los estudios de necesidad con los que el IBAL justificó los servicios de Serrano, la Oficina de Comunicaciones y Relaciones Públicas no contaba con el personal suficiente para llevar a cabo todas las actividades inherentes al área.

"Por ello se hace necesario vincular un profesional en Comunicación Social y/o Periodista, especialista, con maestría y con experiencia idónea para desarrollar las actividades requeridas", señala el documento con el que pavimentan el aterrizaje de Serrano al IBAL.

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Lo que llama la atención es que algunas de las actividades que se le encomiendan a Serrano ya habían sido asignadas, presuntamente, a otros empleados de la empresa ibaguereña.

Veamos un ejemplo. Según el estudio de necesidad, entre las obligaciones del contratista está "asesorar a la Oficina de Comunicaciones en la construcción y desarrollo de las campañas y planes estratégicos de comunicación que adelante la entidad en el marco del cumplimiento de sus actividades".

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Sin embargo, al revisar las funciones que ya tiene encomendada Zayra Orjuela, respetada periodista y jefa de la Oficina de Comunicación del IBAL, encontramos que esta debe "brindar asesoría y asistencia técnica, en temas relacionados con su área de competencia, encaminados al cumplimiento de la misión y los objetivos institucionales".

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Esto plantea la pregunta de si la contratación de Serrano, financiada  con los recibos del agua de los ibaguereños, responde realmente a una necesidad o a otros motivos.

Y es que, según indicaron algunas personas que prefirieron mantener reservada su identidad, la puerta de entrada de Serrano al Tolima habría sido por medio de unas supuestas asesorías a Johana Aranda durante su campaña a la Alcaldía de Ibagué, mismas que también habría recibido el representante tolimense, Carlos E. Osorio.

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El Plan Semáforo

Los cuestionamientos no terminan ahí. Todo parece indicar que el comunicador social sería uno de los hombres que ayudó a organizar la sonada estrategia del 'Plan Semáforo',  un plan de regulación sectorizada del servicio de agua que utiliza un sistema de colores (verde y amarillo) para indicar la disponibilidad del servicio en cada distrito hidráulico. Esta estrategia permitía al IBAL comunicar sobre la falta de agua sin mencionar la palabra 'racionamiento'.

Para José Alberto Girón, exgerente del IBAL, la ciudad jamás debió tener tal cosa como la semaforización, debido a que "existe la suficiente agua en Ibagué para dar el suministro adecuado las 24 horas del día, en calidad, cantidad y continuidad".

Y agregó: "No es entendible que usted tenga que semaforizar y hacer cortes, porque la ciudad tiene el agua. (…) Y no se debe hacer  porque, lo que pasa desde hace cuatro años y siete meses, es que no se hace una correcta operación del sistema".

Por ahora, el contrato de Serrano está vigente hasta noviembre de este año. No obstante, algunas personas advirtieron a Ecos del Combeima que Serrano podría recibir otro contrato con la Alcaldía de Ibagué.

 

Un dúo afortunado

La controversia en torno a las contrataciones en el IBAL no se limita únicamente a Freddy Serrano Díaz. Su esposa, Claudia Yodima Solano, también ha sido beneficiada con un jugoso contrato con la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL).

Claudia Yodima Solano fue contratada a finales de febrero de 2024 por un periodo de ocho meses, con un contrato que asciende a $24 millones. El objeto de este contrato es la "prestación de servicios de un profesional y/o administrador en seguridad y salud en el trabajo para apoyar el desarrollo de las actividades del Plan Estratégico de Seguridad Vial".

El negocio ha despertado suspicacias, toda vez que coincide con la llegada de Johana Aranda al poder.

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¿Qué dice Serrano?

Ante las recientes controversias surgidas en torno a su contratación, Freddy Serrano accedió a responder un cuestionario enviado por Ecos del Combeima para conocer sus funciones con el IBAL, su relación con políticos de la región y el posible contrato que se estaría cocinando en la Oficina de Comunicaciones de la Alcaldía.

En primer lugar, Serrano explicó que su contratación está debidamente justificada en la documentación disponible en el Sistema Especial de Contratación Pública (SECOP). Subrayó que cumple con las tareas asignadas conforme a las reuniones de trabajo y necesidades del servicio.

En lo que respecta a su llegada a Ibagué, el comunicador social argumentó que siempre está en constante oferta de sus servicios en diversos lugares.

"En ese entendido y teniendo en cuenta las dinámicas de oferta y demanda donde se me requiera, presto el apoyo profesional para el cual me he preparado.   Como cualquier profesional cumplo mis servicios en el ámbito nacional conforme a lo que bien señala en materia de igualdad, la constitución y la ley", aseguró el profesional.

En cuanto a su presunta relación con la alcaldesa Johana Aranda y el representante Carlos E. Osorio, Serrano indicó que ha trabajado con numerosos dirigentes políticos y administradores públicos a lo largo de su carrera. Sin embargo, debido a cláusulas de confidencialidad, no puede revelar nombres específicos.

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"⁠He trabajado para muchos dirigentes políticos y administradores públicos en este y otros departamentos, dentro y fuera del país, de diferentes vertientes ideológicas, sin embargo, puntualizar nombres me es imposible en el entendido que muchas veces las cláusulas de confidencialidad me impiden identificarlos, aclarando: estoy al día con mis obligaciones tributarias en razón de la actividad profesional que cumplo y la misma puede ser consultada ante la DIAN.   Ahora bien, conozco a las personas que referencian y a ellos como a muchos otros dirigentes regionales les manifiesto mi admiración y aprecio, aclarando no hago militancia política, ni respondo a ninguna recomendación más que profesional por cuenta de mi actividad y que está en el Registro Único Tributario de Colombia", agregó.

Finalmente, y haciendo la aclaración del cumplimiento de las obligaciones para las que fue contratado, Serrano no le cerró la puerta a un posible contrato con la Alcaldía de Ibagué.

"Por supuesto que es cierto que podría tener más contratos con instituciones del estado en todo Colombia y es cierto que esto no es sujeto de cuestionamiento salvo que la obligación contractual no se pudiera desarrollar, así lo establece la normatividad legal vigente y el mercado de oferta y demanda".