Así como ha venido sucediendo durante los más recientes fines de semana en la capital tolimense, varios ciudadanos aprovecharon el cierre de la temporada de fiestas para llevar a cabo celebraciones que no solo alteraron el orden público, sino que además violaron algunas de las medidas dispuestas por la Alcaldía.

Solo entre los días sábado y domingo las autoridades ya habían interpuesto 148 comparendos en medio de las actividades de vigilancia y control desarrolladas por la Policía Metropolitana a través de 400 uniformados ubicados estratégicamente en diferentes puntos de la ciudad.

El mismo alcalde Andrés Fabián Hurtado se pronunció para reprochar la atención de riñas y casos de violencia intrafamiliar pese a que existía un toque de queda nocturno y la advertencia de operativos para sancionar a quienes fueran sorprendidos por fuera de sus viviendas o teniendo conductas al margen del escenario legal.

Precisamente, según la información suministrada por el Gobierno Municipal, en articulación con la fuerza pública se ubicaron ocho puestos de registro que tenían como objetivo la revisión de documentos de personas y vehículos para garantizar que únicamente se movilizaran quienes estuvieron exentos.