Respecto a la problemática que se evidencia en algunos sectores por los que atraviesa la Variante de Ibagué, Germán Medina, gerente de Dulima Tour, César Augusto Vargas, director de la Corporación Colombia, Parque Museo La Martinica y Nelcy Velásquez, presidente de la JAC de Boquerón se pronunciaron. 

Inicialmente, el Gerente de Dulima Tour, se refirió a la Martinica señalando que a través de una apuesta del sector privado se han realizado inversiones para potenciar turísticamente esa zona de la ciudad. Sin embargo, acotó que algunas personas y empresas están atentando contra el medio ambiente realizando construcciones ilegales que afectan el correcto desarrollo del lugar.

Del mismo modo, César Augusto Vargas, indicó que desde hace alrededor de 25 años la Martinica se consolidó como el primer parque ecoturístico del Tolima, una labor que se ha realizado a pulso y que no ha contado con el apoyo de las entidades gubernamentales. A su vez, precisó que aunque el ecoturismo anteriormente era considerado "exótico", hoy se posiciona como una oportunidad de crecimiento y desarrollo a nivel nacional e internacional, motivo por el que se debe trabajar en alternativas que mitiguen el impacto de lo que viene sucediendo en el sector.  "En este momento en la variante hay una anarquía absoluta se nos convirtió en el patio trasero de Ibagué (...) debemos empezar por la Variante para invertir en ella y posicionar a Ibagué como destino", agregó.

Frente a la 'anarquía', añadió que es un asunto que empieza desde los usos inadecuados de la zona, teniendo en cuenta que la Martinica esta considerada como un Distrito de Conservación Ambiental que debe preservarse y por el contrario, se observan situaciones como tala de árboles, siembra intensiva, quemas, sobrepastoreo y gran flujo de vehículos que están afectando la sostenibilidad ambiental del Cerro.

En cuanto a esta problemática, Germán Medina, agregó que aunque el sector se encuentra en crecimiento turístico por la construcción de los miradores, también se ha convertido en un foco de consumo de licor y parqueo inapropiado de vehículos que atentan contra el medio ambiente, el uso correcto de la tierra y la calidad de vida de los habitantes de la zona. 

También, se señaló que la ciudad requiere un cable que conecte la Martinica con el Cañón de Combeima con la finalidad de posicionar y potenciar turísticamente la región para atraer mayor turismo receptivo y no de paso.

Por otra parte, Nelcy Velásquez, presidente de la JAC de Boquerón aseguró que aunque ya se le dio apertura a la variante Ibagué - Cajamarca, existen varios aspectos que deben perfeccionarse y solicitan que "la APP GICA tenga en cuenta a Boquerón", ya que aunque la doble calzada facilita la movilidad, el sector pide un recuerdo por parte de la concesión que vaya más allá, algo como el arreglo de una de las vías que los conduce a la iglesia católica San Francisco de Asis.

Finalmente, como conclusión se puede entrever que la ciudad requiere mayores inversiones para atraer turismo, acompañamiento para potenciar los negocios existentes, mayor vigilancia por parte de las autoridades ambientales y un alto compromiso por parte de las autoridades competentes para que la Variante de Ibagué no se siga catalogando como subdesarrollada.