Se trata una de las zonas más promisorias en materia de turismo para la ciudad de Ibagué y que en los últimos meses ha tenido un gran auge, gracias a que la vía fue pavimentada por la Gobernación del Tolima, está totalmente iluminada por la Alcaldía de Ibagué y cuenta con una de las mejores vistas que tiene la ciudad de desde la zona rural, pero todos estos atributos se han convertido en un viacrucis para quienes han hecho emprendimientos con negocios exitosos en el sector.

A raíz de este auge, la zona también se ha visto frecuente y permanentemente visitada por personas que llegan en motocicletas, vehículos y hasta en bicicletas, jóvenes y adultos que sobre todo en las noches o a cualquier hora del día se dedican a consumir sustancias como marihuana, cocaína, bazuco y a la ingesta de bebidas alcohólicas, lo que ha hecho que los restaurantes, estaderos y miradores se hayan visto afectados por la disminución de los clientes quienes ante el permanente olor a marihuana, el ruido estridente de los sonidos de algunos de estos vehículos y la sensación de zozobra e inseguridad, los ha hecho alejarse, afectando la economía de dichos establecimientos.

“Todo el sector turístico del País hasta San Bernardo, nos vemos muy afectados en la parte alta de la vereda La Helena porque no hay control, gentes en motos metiendo vicio, tomando, haciendo actos obscenos en público, el riesgo de tomarse casi toda la vía para los piques ilegales y esto ha afectado a los comerciantes del sector norte de Ibagué porque ha habido mucho comerciante emprendiendo y que se han visto afectados por esa inseguridad la falta de acompañamiento de Policía, Ejercito, de la Secretaría de Tránsito y hay muchas personas que suben hasta sin documentación legal para poder transitar en esos vehículos (…..) eso es de todos los días pero se ha incrementado más que todo los jueves, eso se vuelve de locos y son por ahí unos 40 carros, más de cien motos haciendo piques ilegales y los turistas se percatan e esta situación, lo que ha generado un voz a voz de temor de venir en las noches, ha hecho que se disminuyan mucho las ventas e todos nuestros negocios”, dijo uno de los comerciantes quien pidió reserva de su identidad.

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Afirman que además los moradores de las veredas como La Elena y La Flor, también se han visto impactados por esta situación, debido a que los menores y la comunidad ya no pueden circular tranquilamente como era antes por este sector, debido a que los consumidores y gente de aspecto agresivo o intimidatorio abunda, ha habido atracos y hurtos en algunas viviendas y también hay que sumarle a la problemática, la cantidad de basuras que dejan estas personas.

“La situación es bastante compleja por el Corredor Norte en estos momentos, la vía que comunica al Salado con San Bernardo se ha convertido en una vía bastante insegura, por el tema de los piques, el vicio, el consumo de alcohol y no solamente por gente adulta, hay jóvenes desde más o menos quince años en adelante que están participando en todo este tipo de actividades e infortunadamente esto está afectando el tema del turismo para nosotros, como comerciantes nos queda bastante complicado porque, por ejemplo, está comiendo la gente y afuera están los piques, el olor a marihuana y es una cosa impresionante, estamos haciendo el llamado a las autoridades competentes porque esto se está saliendo de control, tengo entendido que como están haciendo controles de los piques en la vía al aeropuerto y como no los dejaban correr por ese lado, se vinieron para el Corredor Norte y estamos muy afectados”, dijo a Ecos del Combeima otro de los comerciantes de la zona.

El llamado urgente a las autoridades de Municipio, a la Policía y a quienes deben velar por la seguridad y el control a los comportamientos sociales, para que de  manera urgente se controle la amenaza que se está presentando sobre el Corredor Turístico del Norte de Ibagué y se pueda seguir generando turismo, reactivación y empleo para muchos.