Revocan fallo que suspendió a Jaramillo por el escándalo del alumbrado navideño
Bien parados salieron Guillermo Alfonso Jaramillo, exalcalde de Ibagué y actual ministro de Salud, y Basilio Alexander Vicens Murillo, exsecretario (e) de Cultura y Turismo, del proceso que llevaba la Procuraduría por el 'espinoso' contrato del alumbrado navideño.
En una reciente decisión, se revocó el fallo de primera instancia proferido por la Procuraduría Delegada Disciplinaria de Juzgamiento 3, en el que se les declaró disciplinariamente responsables del cuestionado negocio para la iluminación navideña de la ciudad en el año 2016.
El sonado caso inició tras denuncias que señalaban a la Alcaldía de Jaramillo de adjudicar un contrato por valor de $1.600 millones a la Corporación Festival Folclórico Colombiano; una entidad que, presuntamente, no tenía la experiencia en este tipo de actividades.
Es por esta razón que Jaramillo fue suspendido por unos siete meses. En cuanto al entonces secretario (e) de Cultura, se estableció su destitución e inhabilidad general por el término de 10 años.
Luego de conocer esta decisión fechada en julio del 2022, ambos interpusieron y sustentaron un recurso de apelación.
Como resultado del estudio del fallo de primera instancia, se concluyó declarar no probados los cargos formulados al exalcalde y al exsecretario de Cultura (e).
El argumento para librarlos de toda culpa, fue que para celebrar este acuerdo de voluntades, que implicaba la sujeción a las 'reglas' del derecho privado, no se le podía exigir la aplicación del estatuto general de contratación de la administración pública.
"La autoridad de primera instancia, al enrostrar a los disciplinados el desconocimiento de los citados principios de la contratación estatal, como complemento del tipo disciplinario configurativo de la falta gravísima endilgada, (…) incurrió en un equívoco interpretativo, al acudir a normas que (…) no eran aplicables al convenio", se puede leer en el documento al que Ecos del Combeima tuvo acceso de manera exclusiva.
Asimismo, se indicó que no está demostrado que Vicens Murillo firmó como supervisor un acta modificatoria del convenio que también lo tenía en aprietos. En su lugar, se plantearon dudas con respecto a la autenticidad del documento en el que, al parecer, se modificó una condición que permitía la subcontratación del millonario negocio.
