El historiador relató que Isaacs vivió junto a su familia sus últimos 20 años, luego de perder su fortuna en el Valle del Cauca. Lo describe como un intelectual polifacético que dirigió una comisión etnográfica por el norte del país en donde se descubrieron los yacimientos de carbón en El Cerrejón así como los primeros posos de petróleos. 

La casona en que murió en abril del año 1985 fue proporcionada por su amigo Juan de Dios Restrepo, para procurarse sus gastos mínimos montó una tienda de víveres cerca de la actual droguería de Jorge Vila en la calle 10 con carrera tercera, en donde sus hijos trabajaban.

Las enfermedades que adquirió durante su vida le cobraron cuenta de cobro y finalmente falleció a causa de las enfermedades tropicales que adquirió cuando trabajo como inspector en la vía Cali-Buenaventura. 

Según el historiador Jorge Isaacs inició su vida política siendo Conservador y paso al partido Liberal, situación que la sociedad del Valle del Cauca no le perdonó y le dieron la espalda al caer en la ruina dado a esto el escritor emprendió una travesía con la esperanza de ubicarse en el exterior, sin embargo termino sus días en la ciudad de Ibagué.

Su vocación de científico y explorador lo llevaron a ubicar unos yacimientos de oro en el municipio en el sector de Cocora donde invirtió sus pocos recursos, le titularon dos minas La Clemencia y La Galatea en las cuales realizó una exploración pero nunca le rindieron frutos económicos. 

La casona en que murió término a nombre del señor Cirilo Moreno y al fallecer pasó a manos de Lucero Moreno, el inmueble según Cuartas ha sido como la vida de Isaacs llena de incertidumbre pues pese a las órdenes de restaurar la casona éstas se revocaron por no existir un estudio de riesgo frente a una avalancha. 

Álvaro Cuartas explicó que en las escrituras nunca apareció el nombre de Jorge Isaacs y que ha sido estudiada por la facultada de Arquitectura de la Coruniversitaria e incluso se han realizado maquetas para la restauración, también comentó que ha existido cierta resistencia de la propietaria actual del predio y además que al estar en sus manos es imposible invertir recursos públicos.

Resaltó además que en la hacienda El Paraíso en el Valle del Cauca donde Isaacs apenas pasó una temporada se ha explotado un gran turismo por lo cual esta casa podría convertirse en un importante punto de peregrinación.

“La restauración se le había ordenado al municipio pues en el POT la casa aparece como de relevancia arquitectónica, en los años 60 a un concejal de Ibagué se le ocurrió poner una placa en la Curía Arzobispal que indicaba que ahí había muerto Isaacs, siendo esto ilógico porque él era iconoclasta es decir ni quería a los curas ni ellos lo querían a él, era un libre pensador y esto era muy mal visto en esa época, lo que ocurrió realmente fue que murió en esa casona y al ser un hombre importante no lo podían velar como un perro por lo cual lo trajeron a la ciudad y lo velaron en la Curía”, explicó el historiador. 

Además comentó que éste suceso infortunado ha traído como consecuencia que el Ministerio de Cultura no haya querido aceptar que en la casa del Combeima fue dónde realmente falleció el escritor.

Econoticias habló con la actual propietaria Lucero Moreno quién manifestó no estar interesada en vender la propiedad dado que la ha visualizado como una casa de la cultura que piensa sacar adelante con una fundación de artistas plásticos, sin embargo estima que la restauración costará cerca de 2 mil millones de pesos y aún no cuenta con el dinero para llevarla a acabo. 

“Conozco a Lucero desde hace años, ella me abrió las puertas amablemente e incluso pude visitar el segundo piso de la casa que ya colapsó, creo que debería primar el bien público pero respeto profundamente su decisión, he sido testigo del tema y creo que desde que no se busque ayuda será muy difícil sacar adelante el proyecto, ojalá ella consiga los recursos necesario pero tengo mis dudas y lamentablemente para los amantes de la vida y obra de Isaacs una mañana de éstas la casa se desploma”, expresó el historiador.  

Relató que años atrás se propuso una minga entre la Gobernación del Valle del Cauca y el Tolima para celebrar el centenario pero la propuesta no prosperó. 

“Ha faltado voluntad política y voluntad a la familia Moreno, se ha preocupado más incluso el Valle del Cauca por el patrimonio arquitectónico que al pueblo tolimense, las cosas nuestras no nos importan les duele más a los estudiantes de otras regiones que llegan a nuestra ciudad que a los nuestros, 

El historiador fue enfático al explicar que pese a la negativa de la familia Moreno si existiera voluntad política se podrían encontrar salidas para recuperar la propiedad como una joya arquitectónica e histórica.