El último elefante africano que queda en Venezuela se encuentra desnutrido y deshidratado. El animal está en un zoo de Caricuao, por lo que los vecinos de la zona decidieron hacer una colecta para llevar a Ruperta zanahorias, calabazas, papayas, naranjas, piñas y acelgas para alimentar al desnutrido elefante. Sin embargo, la Guardia Nacional Bolivariana se desplegó en la puerta del parque zoológico para evitar que se alimente al animal.

El coordinador del zoo, Erick Lenarduzzi, decidió no aceptar los donativos, argumentando "medidas de seguridad", según recoge el diario El Nacional.

Ruperta está siendo alimentada con pequeñas porciones de calabaza y papaya, lo que ha provocado que las costillas se le marquen en la piel y la semana pasada se desmayara por la debilidad que padece.

La elefante padece anemia y una diarrea de la que aún no se ha recuperado. Uno de los veterinarios del centro se encuentra enfermo, y el otro de vacaciones, por lo que, tanto Ruperta como el resto de animales del zoológico, no han recibido tratamiento.

Cuando Ruperta se desmayó, los bomberos tuvieron que ser quienes la levantaron gracias a dos grúas.