Escala la tensión entre Colombia y Venezuela por la falta de pruebas sobre la victoria electoral de Maduro
La postura del gobierno colombiano frente a las recientes elecciones presidenciales en Venezuela sigue firme: si Nicolás Maduro no presenta las actas de votación que respalden su victoria, Colombia no reconocerá el resultado. Así lo reafirmó el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, quien ha sido enfático en que el proceso electoral debe cumplir con la transparencia antes de que culmine el actual período presidencial en Venezuela el próximo 10 de enero de 2025.
El canciller Murillo reiteró la posición de Colombia en un mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter), señalando que "la presentación de las actas debe realizarse antes del 10 de enero de 2025. De lo contrario, Colombia no otorgará reconocimiento a los resultados". Aunque el presidente Gustavo Petro no ha extendido felicitaciones a Maduro, ha mantenido un discurso cauto, mientras que Murillo ha encabezado las críticas y demandas por la presentación de evidencias del triunfo de Maduro.
Profesor Wasserman, la postura del Gobierno Nacional sigue siendo clara: la presentación de las actas debe realizarse antes de que culmine el actual período presidencial, el 10 de enero de 2025. De lo contrario, como ya lo ha expresado el señor Presidente, Colombia no otorgará… https://t.co/N8SWq9FU8t
— Luis Gilberto Murillo (@LuisGMurillo) October 30, 2024
Desde Venezuela, la respuesta no se hizo esperar. El canciller venezolano, Yván Gil, criticó las declaraciones de Murillo a través de un mensaje en Telegram. Gil tildó de 'pusilánime' la actuación del canciller colombiano, acusándolo de 'chantaje' y de alinearse con la 'ultraderecha y Estados Unidos' en detrimento de la soberanía de Venezuela.
"Ante los micrófonos de la prensa, aflora el chantaje que recibe desde la ultraderecha y de los Estados Unidos de Norteamérica, atacando por la espalda, con falsas narrativas que no es capaz de discutir frente a frente. Venezuela le responderá en su momento y se arrepentirá de la constante intromisión en nuestros asuntos internos", advirtió Gil.
Mientras tanto, los gobiernos de Colombia y Brasil han intentado jugar un papel de mediadores en la crisis venezolana, instando al Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela a que publique las actas para verificar los resultados. Desde que el CNE anunciara la victoria de Maduro, ambos países han optado por la cautela y no han reconocido formalmente los resultados, aunque tampoco han respaldado el reclamo de Edmundo González Urrutia, el candidato opositor, quien asegura tener el respaldo del 83,5 % de las actas electorales.
La situación en Venezuela sigue generando divisiones internas y controversia internacional. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ya ha validado los resultados, aunque la oposición y buena parte de la comunidad internacional continúan exigiendo la publicación de los resultados desagregados. Con la fecha límite del 10 de enero acercándose, los ojos de la región se centran en si el gobierno de Maduro accederá a la demanda de transparencia o si la situación política en Venezuela derivará en un mayor aislamiento internacional.