La particular situación se registró sobre las 10:50 de la mañana en la calle 10 entre carrera tercera y cuarta de la ciudad de Ibagué, donde una ciudadana de la tercera edad identificada con iniciales A.S, salió de forma espontánea a la ventana del segundo piso y empezó a arrojar paulatinamente algunos billetes de 50 y 100 mil pesos. 

Aunque inicialmente la aglomeración de personas era poca mientras la mujer lanzaba los primeros billetes, con el pasar de los minutos la calle 10 pasó a ser el escenario de una multitud que esperaba tener la fortuna de alcanzar aunque fuera uno de los de '50'. 

Fue así que cada vez que la ciudadana arrojaba un billete, las personas que esperaban pacientemente en el primer piso se tiraba unas encima de otras, para tratar de salir favorecidas. Incluso en medio de la particular situación, la muchedumbre llegó a golpearse por el dinero; tanto así que terminaron empujando a varias mujeres de la tercera edad que hacían las veces de espectadoras y terminaron en el piso. 

Hay que señalar que el sui géneris episodio no sólo causó la parálisis entre los transeúntes que ocuparon las dos aceras de la calle 10, toda vez que también se registró un verdadero caos vehicular, el cual ni siquiera pudo ser controlado por los Agentes Azules de tránsito que llegaron hasta el sitio. Todos los que pasaban por allí querían detenerse a curiosear. 

Algunos agentes de la Policía Metropolitana de Ibagué también hicieron presencia en la zona, pero decidieron mantenerse al margen de la situación pese a que algunas personas ya se estaban golpeando para tratar de alcanzar los preciados billetes. 

Luego de varios minutos la mujer mostró la bolsa transparente donde guardaba el fajo de billetes, indicando que ya los había regalado todos. Aunque no hay certeza de cuánto dinero alcanzó a arrojar la señora A.S, algunos testigos señalaron que la ciudadana lanzó algo más de un millón 200 mil pesos. 

Finalmente, algunos familiares de la señora llegaron muy ofuscados al lugar, realizando su ingreso a la edificación de tal manera que no se pudo establecer que ocurrió después al interior del apartamento. 

Una jovencita quien indicó ser nieta de la ciudadana amenazó con demandar a los periodistas que cubrían la particular noticia, argumentando que estaban violando la privacidad de la señora de la tercera edad; sin embargo, por ser un hecho público se le notificó que era el deber de los comunicadores informar sobre este particular caso. 

Por ahora se desconoce si la señora padece algún tipo de enfermedad de carácter mental o cual fue su motivación para desprenderse del dinero de esta particular forma. 

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