Tras 21 años de búsqueda, Blanca pudo despedir dignamente a su hijo en Ibagué
Blanca Lilia Molina se acercó con un vaso de agua al cofre en el que se encontraba el cuerpo sin vida de Johnn Charli Ortiz Molina, su hijo menor. Lo puso como una ofrenda. «Se lo dejo para que tome, porque a mi hijo lo mataron con sed y con hambre», expresó con tristeza y con firmeza, la misma que le caracterizó todos estos años en su propósito de encontrarle después de ser desaparecido en el corregimiento de San Juan de la China, a 38 kilómetros de Ibagué.
Tras 21 años de búsqueda, Blanca Molina pudo finalmente despedir a su hijo, quien fue secuestrado, asesinado y desaparecido a los 23 años por hombres armados que ejercían control territorial en San Juan de la China durante 2003. “No sé por qué no he llorado. De pronto lloré dormida. Es que fue mucho tiempo de sufrimiento. El vacío queda, pero ahora estoy más tranquila, ya lo tengo al pie mío”, dijo Blanca, de 67 años.
La entrega de Johnn Charli se realizó durante el 11 y 12 de julio de manera conjunta entre la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), el Grupo interno de trabajo de búsqueda, identificación y entrega de personas desaparecidas (GRUBE) de la Fiscalía General de la Nación -por medio del fiscal especializado Nivaldo Javier Jiménez-, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) luego de que su cuerpo fuera recuperado en la segunda intervención al Cementerio San Bonifacio de Ibagué, en febrero de 2024, y de que se diera a conocer el resultado final del proceso de identificación confirmando que se trata del hijo de Blanca.
Una vez se procedió a realizar la explicación técnico forense, Blanca despejó todas sus dudas en relación con el cuerpo. “¿Cómo sabe que son los huesos de un hombre? ¿Cómo hizo para calcular que tenía 23 años? ¿Encontró los tres disparos? ¿Calzaba 42?”, fueron algunas de las pregutnas pudo resolver. Al escuchar cada respuesta, asintió con la cabeza y expresó: “Sí, son los huesos que tuve dentro de mí”.
A la entrega digna también asistieron su hijo mayor, Rommel Alexander Ortiz, y su esposo, José Romel Ortiz, quienes se han convertido en fortaleza y compañía para doña Blanca en este largo recorrido.
“Mi hijo siempre se preocupaba por mí. Si yo estaba enferma, y así no tuviéramos un peso para comprar medicinas, él me las conseguía”, recordó Blanca durante el acto de entrega digna, el cual estuvo amenizado por música popular, baladas y vallenatos.
En ese espacio, Blanca también recordó que todo lo que conseguía vendiendo toallas, bayetillas, medias y chicles en las calles de Ibagué era invertido en la búsqueda de su hijo. Por eso, después de recibir su cuerpo, solo tiene un deseo: “Yo sí les pido que se continúe con la intervención del cementerio para que otras familias puedan encontrar a sus hijos, al igual que yo”.
Por su parte, el despacho del Caso 01 de la JEP que lidera la magistrada Julieta Lemaitre destacó: «Que los familiares de Johnn Charli sigan pensando en otras familias que pueden tener a sus seres queridos desaparecidos en este cementerio es un gesto de nobleza y humildad que nos conmueve».
Claudia Beltrán, investigadora de la Unidad de Búsqueda en el Tolima, destacó el trabajo articulado entre las diferentes entidades del Estado que permitió la entrega digna de Johnn Charli a sus familiares para aliviar el sufrimiento de su familia, que por 21 años estuvo buscándolo y que pudo despedirlo bajo sus creencias y rituales.
“Han sido 21 años de experiencia de la familia que fueron incorporados en la investigación humanitaria y extrajudicial y que se convierte en un escenario, no solo para la búsqueda de Johnn Charli, sino en una oportunidad para recibir otras solicitudes de búsquedas de personas dadas por desaparecidas que pueden encontrarse asociadas al cementerio San Bonifacio de Ibagué”, indicó Beltrán.
La ceremonia, que también contó con el acompañamiento de la Unidad de Víctimas, Funipsi, la Alcaldía de Ibagué y la Gobernación del Tolima, hace parte de la puentas en marca del Plan Regional de Búsqueda de Cordillera Central, que comprende la búsqueda de 340 personas dadas por desaparecidas en los municipios de Ibagué, Anzoátegui, Cajamarca, Roncesvalles, Rovira, San Antonio, Ortega, Chaparral, Rioblanco, Ataco y Planadas.