La comunidad del barrio Ambalá ha denunciado una situación crítica relacionada con los habitantes en condición de calle, que ha exacerbado los problemas de hurto en la zona.

Sandra Cardozo, coordinadora de seguridad del barrio, señaló que aunque este problema afecta a toda la ciudad, en el Ambalá se ha intensificado, generando una ola de robos y vandalismo que afecta gravemente a los residentes y comerciantes.

En una serie de incidentes recientes, se han reportado robos de contadores de agua y gas, así como el saqueo de una droguería, donde se llevaron gran parte del cableado eléctrico.

De igual manera han sido desvalijadas unas cajas de cables de telefonía, algo que incluso ocurrió a plena luz del día, un problema que también se ha observado en otros puntos cercanos, como la Universidad de Ibagué.

Los comerciantes de la avenida Ambalá y los residentes de la urbanización Los Rosales son los más afectados.

Han radicado documentos en la Alcaldía, organizado reuniones y firmado peticiones colectivas solicitando medidas concretas, pero hasta ahora, no han visto resultados por parte de la Administración.

La comunidad subraya la necesidad urgente de que las autoridades actúen conforme a los compromisos hechos en las reuniones.

El problema principal, según Cardozo, radica en las chatarrerías ubicadas en la avenida Ambalá, en el sector conocido como “Cordobita”, donde se concentra una gran cantidad de habitantes en condición de calle.

Los vecinos piden que estos establecimientos sean regulados, ya que son el destino final de los objetos robados.

Asimismo, los residentes exigen que los lotes vacíos en la zona sean mantenidos y provistos de iluminación para desalentar su ocupación ilegal y mejorar la seguridad.

"Necesitamos que la alcaldía ejecute las medidas prometidas. La seguridad en nuestro barrio está gravemente comprometida", concluyó Cardozo, haciendo un llamado desesperado a las autoridades para que tomen acciones inmediatas ante esta problemática.