Impresionante narración de cómo delincuentes trataron de estafar a un adiestrador de perros en Ibagué
Camilo Ayala, educador canino estuvo a punto de ser víctima de una peligrosa modalidad de estafa conocida como el 'Falso Servicio'. En entrevista para Econoticias, compartió los angustiosos momentos que vivió cuando acudió a lo que creyó sería una cita laboral para adiestrar perros, pero que terminó siendo una estafa.
Camilo relató que el día anterior había sido contactado por un supuesto cliente que solicitaba sus servicios para entrenar dos perros Rottweiler de seis meses en la vereda Aparco de Ibagué, un lugar conocido por ser "bastante desierto y desolado". El hombre lo convenció con un tono amable y convincente acordando encontrarse alrededor del mediodía.
"Cuando llegué a la vereda, me pidieron que enviara mi ubicación", explicó Camilo. Sin embargo, al llegar al lugar, no había ninguna finca ni señales de su supuesto cliente. "Llamé al señor, pero no me contestaba. Luego, me llamó de otro número, diciendo que estaba en otra llamada y que iba a mandar a su empleado en una cuatrimoto a recogerme".
A pesar de sus dudas iniciales, Camilo decidió esperar, pero cuando el empleado nunca llegó, la situación cambió drásticamente. "A los tres minutos me llamó un sujeto diciendo que era un comandante de un frente de disidencias", comentó, recordando cómo intentaron intimidarlo. En ese momento, vio acercarse motos y comenzó a sentir una gran angustia.
"Cogí mi carro y lo prendí. Aceleré tan rápido como pude, sentía que me iban a secuestrar", narró con voz temblorosa. La situación lo hizo actuar rápidamente recorriendo la vía destapada en tiempo récord, presa del pánico y el miedo.
Finalmente, Camilo quiso compartir su experiencia para prevenir a otros sobre este tipo de engaños: "Quería contarles esta experiencia para que no se vuelva a repetir. Todos somos vulnerables a caer en manos de personas que buscan hacer daño".
Tras el incidente, Camilo se comunicó con las autoridades, quienes le informaron que el número desde el cual lo llamaron los delincuentes estaba ubicado en el centro carcelario del COIBA de Picaleña. Las investigaciones continúan para evitar que más ciudadanos caigan en esta trampa.
