El caso fue denunciado en las últimas horas por una ciudadana luego de recibir una extraña llamada a su teléfono personal, a través de la cual se le informaba de una visita que iban a realizar funcionarios de su EPS para tomar unas pruebas de COVID-19 a su hijo menor de edad. 

Según la denunciante, el interlocutor tenía absolutamente todos sus datos y los de su familia, de tal manera que inició preguntando por el estado de salud de las personas que residían en su domicilio, para advertirle que tenía que estar pendiente toda vez que en el transcurso del día algunos funcionarios iban a llegar a su casa, para realizar los protocolos de la toma de muestras. 

Sin embargo, con extrañeza la mujer decidió llamar a su EPS teniendo en cuenta que ninguno de sus familiares presentaba sintomatología asociada a la pandemia, de tal forma que le generó sospecha que fueran a realizarles a domicilio un procedimiento de esas características. 

Una vez se contactó con los verdaderos funcionarios de la salud se le informó que no estaban adelantando estos procedimientos, de tal manera que llegó a la conclusión que podía tratarse de una nueva modalidad de hurto, para llegar a los domicilios de personas incautas y así poder intimidar a las víctimas y cometer casos de apartamentazos. 

Por lo anterior, se le advierte a la ciudadanía sobre este tipo de situaciones, para que tengan especial cuidado con la información que suministran por teléfono.