Paola Bonilla, una mujer residente en la zona rural de Ortega, Tolima, ha denunciado una serie de amenazas de muerte y agresiones que afectan a su hija, producto de una disputa familiar relacionada con una herencia. 

Según su relato, los problemas comenzaron cuando, a la edad de 10 años, entabló una relación sentimental con un hombre de 55 años, cercano a sus padres. Tres años después, quedó embarazada, pero el hombre, quien hoy tiene más de 70 años, solo comenzó a responder por su hija después de sufrir un ataque cardíaco el año pasado.

Según Paola, esta situación no fue bien recibida por los seis hijos que el hombre tiene de dos matrimonios anteriores. Al parecer, los hijos se sienten amenazados por la posibilidad de que la hija de Paola pueda reclamar parte de la herencia familiar. Esto ha desencadenado una serie de amenazas y agresiones contra la joven, quien tiene actualmente 20 años.

"Mi hija ha sido golpeada, le mandan mensajes amenazantes al teléfono diciéndole cómo va a quedar si no se aleja", relató Paola a Econoticias, visiblemente afectada. La mujer ha interpuesto varias denuncias ante las autoridades, pero teme por la seguridad de su hija y la suya. Además, confesó que la situación ha deteriorado su salud mental, al punto de considerar el suicidio como una salida. "A veces pienso que es mi culpa, porque me enamoré de un hombre mucho mayor que yo", expresó con dolor.

Paola también denunció que, tras el ataque cardíaco que sufrió el hombre, los hijos destrozaron su finca, rompieron ventanas y lanzaron amenazas a la mujer estando en la clínica donde el hombre estaba internado en Ibagué.

El llamado de Paola es claro: pide a las autoridades que intervengan para evitar una tragedia mayor. Su situación refleja la gravedad de los conflictos familiares que, alimentados por disputas de herencia pueden escalar a niveles de violencia que ponen en riesgo la vida de las personas.