"Yo creo que ni a un animal lo entregan así": hermana de 'El Chinche' luego de recibir el cuerpo por parte de Medicina Legal
El 6 de agosto, el cuerpo sin vida de José Lizandro Gaitán, apodado 'El Chinche', fue hallado en las aguas del río Combeima, en el barrio Industrial de Ibagué. Gaitán, quien llevaba una vida en las calles desde los 9 años, fue encontrado por otro indigente, quien alertó a las autoridades. Su trágica historia estuvo marcada por la adicción a las drogas y su alejamiento familiar, situación que había comenzado tras la separación de sus padres.
Su familia intentó en varias ocasiones ayudarlo, internándolo en centros de rehabilitación, pero Gaitán siempre escapaba para volver a las calles. Finalmente, su vida terminó a la edad de 39 años en el sector que fue su hogar durante años. Sin embargo, la tragedia no terminó ahí para su familia.
El 13 de agosto, las hermanas y la madre de Gaitán viajaron desde el Meta para reclamar su cuerpo, pero Medicina Legal se negó a entregarlo en ese momento obligándolas a regresar. Finalmente, el 16 de octubre, el cuerpo de 'El Chinche' fue entregado a su familia, pero bajo circunstancias que han generado indignación.
Según sus familiares, Gaitán no murió por causas naturales. Una de sus hermanas afirmó que su cuerpo presentaba heridas de arma blanca, lo que sugiere que podría haber sido asesinado, aunque esto aún no ha sido confirmado por las autoridades.
Además, denunciaron el mal estado en el que fue entregado el cuerpo. "Lo entregaron como un pedazo de carbón", expresó una de las hermanas, describiendo que el cuerpo estaba en condiciones deplorables y que no había sido conservado adecuadamente durante su estancia en Medicina Legal.
"Entregaron lo poquito que quedó, fue una persona que dejaron en total abandono, yo creo que ni a un animal lo hubieran entregado así como lo entregaron, mi hermano en todo el tiempo que estuvo en Medicina legal no estuvo congelado, no se le veían los ojos, todo se lo sacaron, lo vendieron, lo negociaron", afirmó Marisol, la hermana de Lizandro.
La familia también manifestó su frustración ante lo que consideran un trato deshumanizado por parte de las autoridades, señalando que, debido a que Gaitán era un habitante de calle, su vida parecía no tener valor para el Estado.
La historia de José Lizandro Gaitán no solo refleja su lucha personal con la adicción, sino también las dificultades que enfrentan las familias al tratar de buscar justicia y dignidad para sus seres queridos que viven en condición de vulnerabilidad.
Paz en la tumba de 'El Chinche'.