El intendente Luis Alberto Mosquera, quien se encontraba de licencia, vivió momentos de gran tensión el pasado fin de semana cuando acompañado por su esposa y sus dos hijas, fue víctima de un intento de robo en la ciudad de Ibagué. El oficial, oriundo de Ataco (Tolima), en un testimonio exclusivo para Econoticias, relató cómo tres delincuentes intentaron asaltarlo mientras estaba detenido en un semáforo, y cómo, en medio de la situación, logró defender a su familia y reducir a uno de los atacantes.

"El sábado en la tarde estábamos en un restaurante almorzando con mi esposa y mis dos hijas, de 8 y 14 años", comenzó narrando Mosquera, quien se encontraba en un descanso del curso de ascenso que realiza en la Escuela de Sibaté. "Salimos del restaurante y nos dirigíamos hacia la 24 con ferrocarril a hacer una diligencia, tomé la avenida Guabinal, cuando al detenerme en un semáforo de la 29 con sexta, un motociclista se acercó y el parrillero me encañonó con un arma de fuego". El delincuente exigió que el intendente entregara sus pertenencias, mientras otro asaltante se dirigió hacia su esposa.

Mosquera explicó que mantuvo la calma a pesar de la situación crítica. "Me quitó la cadena, y hasta la argolla de matrimonio, el reloj al momento de quitármelo se me cae, y al tratar de recogerlo el tipo me golpea con el arma en la cabeza. En ese momento, mi hija pequeña intentó intervenir, ahí me preocupé aún más porque el hombre estaba armado, el revólver estaba montado", expresó el intendente. En ese momento, aprovechando un descuido del agresor, Mosquera sacó su arma de uso privado y disparó tres veces, logrando neutralizar al delincuente.

"Le disparé al que me estaba apuntando y cuando me aseguré de que ya no representaba una amenaza, me bajé del vehículo y le presté los primeros auxilios. Afortunadamente, el delincuente fue trasladado a una clínica y se encuentra fuera de peligro", añadió el intendente.

Mientras tanto, los otros dos delincuentes huyeron del lugar con las pertenencias de su esposa. El impacto emocional de este violento incidente afectó a toda la familia, especialmente a las hijas del oficial. "Mis hijas están en shock, fue un momento muy difícil. Estamos buscando apoyo psicológico para ayudarlas a superar esta experiencia", señaló Mosquera.

El testimonio del intendente Mosquera evidencia el riesgo y el coraje que enfrentan diariamente los miembros de la Fuerza Pública, incluso cuando están fuera de servicio. Su rápida reacción evitó una tragedia mayor, y hoy, junto con su familia trabajan para recuperarse de los efectos de este traumático suceso.