El caso le ocurrió a un abnegado conductor de un amarillito, quien después de haber ahorrado un buena suma de dinero, decidió comprarle una finca a sus padres y para tal fin viajó al departamento de Boyacá, en cercanías a Cuarachía ( Boyacá) de donde era oriundo, pero lastimosamente cuando regresaba de realizar la compra pereció.

El joven taxista quien vivía en la localidad de Suba al noroccidente Bogotá, fue identificado como Hernando Pacheco Barrera de 30 años, quien se contactó con un conocido y pactó una cita para realizar el negocio.

Pacheco Barrera ( víctima),  alistó todo y se dirigió al punto donde estaba la propiedad y luego de haberse reunido con el dueño, firmaron las escrituras y se ejecutó la compra. La alegría fue total por parte del joven conductor del taxi, por el regalo que le iba a dar a sus papás.

Una de la hipótesis que se manejan, es que probablemente Pacheco Barrera (víctima) y el vendedor salieron a celebrar el negocio y posiblemente se tomaron unas cervezas.

Luego de unas horas se subieron al taxi y tomaron según versiones la carretera Soata – Tipacoque  y parece ser que en una de las curvas el carro se salió del camino y fue parar a un barranco, donde Barrera y su acompañante perdieron la vida.