El caso que ocurrió en la carrera 58 con calle 152 barrio La Colina, de un conjunto residencial de nombre Acrópolis de la localidad de Suba al suroccidente de la capital, tiene bastante confundidos a los residentes debido a la manera como se efectuaron los hechos.

Sobre las diez mañana un conocido ganadero de nombre C. Silva, llegó al edificio de apartamentos de Suba, donde según versiones tenía una oficina y luego de unos minutos comenzó a trabajar.

Mientras lo hacia los escoltas salieron a realizar los trabajos de seguridad en la parte exterior. V.Solano uno de los guardaespaldas se dirigió hacia el garaje en la parte de abajo del edificio probablemente para asegurarse que en el lugar donde habían dejado el carro todo marchaba con tranquilidad.

Pero los dos matones habían llegado hacía un rato al sector, al parecer, a bordo de una moto y uno de ellos se alistó para ingresar a la torre de apartamentos para matar al ganadero.

Para engañar a los vigilantes y al esquema de seguridad se colocó una pijama, para dar la impresión  de que vivía en uno de los apartamentos.

El matón se dirigió al parqueadero y lentamente ingresó, pero en el momento de llegar a una de las escaleras según una de las hipótesis, se encontró de frente con C.Silva (escolta), a quien se le hizo muy extraño que un residente estuviera rondando por esa zona.

Probablemente el sicario mostró nerviosismo lo que llamó la atención de Silva (hoy occiso), quien lo requirió, pero en una acción rápida el homicida sacó una pistola con silenciador y le disparó quitándole la vida.

El criminal huyó mientras que el otro sujeto que estaba esperando a su compinche fue capturado.