Si algo faltaba en Atlético Nacional, en un semestre decepcionante, era una pelea entre compañeros en la cancha. Y anoche apareció, en el flojo partido frente al Deportivo Cali, un 0-0 que al cierre de esta edición mantenía al equipo que dirige Hernán Darío Herrera entre los ocho primeros, pero en riesgo de perder la casilla.

Los protagonistas del bochornoso incidente fueron los atacantes de Nacional Dayro Moreno y Jeison Lucumí. En el minuto 43 del segundo tiempo, ambos jugadores se pelearon por patear un tiro libre. Primero tuvieron un forcejeo por la pelota y Lucumí agredió a Dayro: se pusieron frente a frente y el primero le dio un cabezazo al segundo. El árbitro del partido, Mario Herrera, le mostró la tarjeta roja a Lucumí. 

Al final del partido, Dayro, furioso, abandonó el campo de juego y salió corriendo hacia el camerino, donde ya se encontraba el expulsado Lucumí. Daniel Bocanegra se fue detrás de él e intentó detenerlo, al igual que algunos suplentes, para evitar que el asunto pasara a mayores.

Herrera, que aún es el técnico encargado de Nacional, le bajó el volumen a lo ocurrido. “Yo tengo un grupo de entrenadores, el club tiene una parte psicológica, yo estoy tranquilo por eso, son cosas que suceden. Eso se va a quedar en el camerino y se va a solucionar; creo que somos maduros, hay muchos jugadores de experiencia y lo que viene es trabajar y ya”, dijo. 

Las relaciones entre Dayro Moreno y sus compañeros no son las mejores. En el mismo encuentro frente al Deportivo Cali, ya el tolimense se había metido con Juan Pablo Ramírez, increpándolo en una acción aislada. Además, es recordado el enfrentamiento que tuvo Dayro con el argentino Gonzalo Castellani, al final del primer tiempo de la semifinal de la Copa Colombia frente al Junior, en Barranquilla.
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Lucumí se expone a una sanción de dos a cuatro partidos por conducta violenta. La situación de Moreno también sería estudiada por la Comisión Disciplinaria del campeonato. 

Con técnico interino, las cuentas de Nacional tienen cada vez menos margen de error. Le quedan dos partidos en casa, con Junior y Equidad, y tres como visitante, contra Rionegro Águilas, Once Caldas y el ya descendido Leones, para asegurar el cupo entre los ocho primeros.

Tomado de El Tiempo (ver nota original)