"A Jorge Oñate los colombianos debemos recordarlo con alegría”: maestro Ivo Díaz
En el municipio de La Paz, departamento del Cesar, su tierra natal, se cumplieron las honras fúnebres y el último adiós a “El ruiseñor del Cesar”, Jorge Antonio Oñate González, tras su deceso por Covid-19, se trata de uno de los más grandes y versátiles intérpretes del género Vallenato; en medio de canciones, llanto y múltiples muestras de pesar y dolor, Jorge Oñate fue despedido como uno de los grandes del folclor de nuestro país.
Desde Valledupar, Ecos del Combeima dialogó con Ivo Díaz, cantante, compositor, heredero del gran Leandro Díaz, el autor de temas como Matilde Lina y muchas más, a quien Jorge Oñate le garbó cerca de 20 de sus obras, dentro de las cuales se pueden destacar La gordita, Bajo el Palo e´mango, Mi Pueblo, La Parrandita, Preciosa Mujer, Mujer Infiel, Dos Papeles, Los Tocaimeros, Morenita, La Contra, A mí no me Consuela Nadie, Yo Comprendo, El Parrandero y otras más.
“Indudablemente con Jorge Oñate se van más de 50 años en la historia del Vallenato, partió esa historia en dos, con la importancia que tuvieron los grandes juglares y luego de los compositores, entra Oñate a demostrar que hacía falta algo y era el canto, la figura del cantante, se convirtió en esa figura importante para transmitir todo ese arraigo que nuestros juglares crearon con canciones de Leandro, de Escalona, de Emiliano, de Lorenzo, todo eso que en las voces como la de Jorge Oñate, Poncho, Diomedes y tantos, hoy están en el corazón de la gente, se posicionaron como éxitos musicales y hoy como clásicos vallenatos, Jorge Oñate fue una de las figuras más importantes porque fue el primero que se atrevió a dar la lucha, a dar la batalla y gracias a esa decisión, hoy podemos darle el último adiós como uno de los grandes de la música vallenata”, expresó el maestro Díaz.
Verdaderamente ha sido emocionante, ver y escuchar cómo el heredero de uno de los más grandes compositores, Leandro Díaz, ciego de nacimiento pero que veía y era capaz de componer con los ojos del alma, entre canciones y recuerdos hizo una gran exaltación de la memoria, el talento y el legado musical de otro ‘monstruo’ del vallenato que hoy nos deja, pero Oñate dentro de su virtuosismo, destacaba por ese acento particular y la versatilidad con la que interpretaba cualquiera de los cuatro aires del género vallenato, incluso cantó boleros y hasta música tropical con las grandes orquestas venezolanas.
“Realmente cuando el cuerpo de Jorge Oñate llegó ayer a Valledupar, el pueblo se agolpó a las avenidas para darle su último adiós y decirle que ahí estaba su pueblo presente y en la biblioteca hubo un acto muy hermoso donde se expresó lo que había que expresar por parte de las instituciones y de todo el pueblo que estaba allí con todos los protocolos para rendirle ese homenaje, allí estuvimos, pudimos darle ese abrazo a su esposa y a sus hijos y sentir esa tristeza de tener que despedir a uno de los íconos del canto vallenato, de la música colombiana y su cultura, un luchador de una causa que hoy es a beneficio de todo un país y que es reconocida mundialmente”, agregó.
Dijo que figuras como Pablo López, Pedro García, Víctor Soto, Jorge Oñate y ‘Poncho’ Zuleta comenzaron desde Bogotá la gesta cuando ya habían estado Buitrago y Bovea, llegaron a reforzar ese sentimiento y a reforzar esa semilla que había sembrado López Michelsen cuando se quedó en las tierras vallenatas para convertirlas en departamento, ahí Oñate y Zuleta estaban luchando junto a Alberto Fernandez, Bovea y sus vallentos con muchos más de la época y así fue creciendo esta música poco a poco, entonces desde el interior del país llegaron a Valledupar muchos a conocer esas historias de los juglaresa conocer las historias que se cantan en cada canción, la descripción de los pueblos, eso creció y entonces aparecieron figuras como Rafael Orozco, Diomedes Díaz, Poncho Zuleta, Silvio Brito y junto a Jorge Oñate, fueron irrigando esa música por todo Colombia, sobre todo en el interior donde poco se escuchaba el Vallenato que llegó a todo el país.
“Juan Gossaín le puso el remoquete del ‘Ruiseñor del Cesar’ y Jorge Oñate tenía esa tesitura, ese tono de voz que era imponente además de potente y melodiosa porque deja unas hermosas melodías, creo que la mayoría de los cantantes de música vallenata seguimos a Jorge Oñate en su historia y admiramos su talento y su talante junto a la fuerza que le imponía a su canto y sobre todo, por su personalidad avasallante, un hombre que siempre quiso estar en los primeros lugares y lo logró durante más de 50 años……Hay que recordarlo con alegría, como él era, con esa templanza de su carácter, con ese sentimiento que le imponía a su canto y como transmitía Jorge Oñate, todo lo que sentía en cada canto, en cada canción, era elocuente y quedan muchas anécdotas de esa espontaneidad y era totalmente espontaneo que decía lo que pensaba y no se guardaba nada ni andaba con tapujos para decir lo que tenía que decir en su momento, así tenemos que recordarlo, como un hombre espontáneo y de temple”, concluyó Ivo Díaz.
Paz en la tumba del "Ruiseñor del Cesar" el "Jilguero de América", desde hoy estará cantando junto a Dios con otros que ya se fueron, gracias por tanta música maestro Jorge Oñate.
Escuche a Ivo Díaz: