En Colombia, el deporte ha demostrado ser un motor de cambio social, brindando oportunidades a jóvenes en situación de vulnerabilidad y fomentando la cohesión comunitaria. Sin embargo, la reciente noticia sobre el recorte del presupuesto del Ministerio del Deporte para 2025, sumada a la decisión de designar a Sucre y Córdoba como sede de los Juegos Nacionales 2027, plantea un escenario de desafíos para regiones como el Tolima, que aspiraban a liderar eventos deportivos de esta magnitud.

El Ministerio del Deporte anunció que para 2025 contempla una reducción de su presupuesto equivalente al 69%. Mientras que en 2024 el monto asignado fue de $1,3 billones, para el próximo año se prevé un recorte drástico, dejando a la cartera con tan solo $460 mil millones. Este recorte ha suscitado una oleada de críticas por parte de la comunidad deportiva, incluyendo atletas de alto rendimiento, quienes han expresado su inquietud por las implicaciones que esto tendrá en su preparación y en la participación de Colombia en competencias internacionales. Según los deportistas, esta disminución de recursos podría comprometer no solo su desempeño, sino también el futuro de las próximas generaciones de atletas que ven en el deporte una vía para el desarrollo personal y profesional.

En este contexto de incertidumbre a nivel nacional, el departamento del Tolima enfrenta el reto de redirigir sus esfuerzos tras la decisión de no haber sido elegido como sede de los Juegos Nacionales 2027. No obstante, la inversión en infraestructura deportiva sigue siendo una prioridad para la región. El reciente Tour de las Obras, que incluyó visitas al Complejo Acuático y al Coliseo Menor, demuestra el compromiso del Tolima con el desarrollo deportivo local. Estos escenarios no solo representan espacios esenciales para la formación de deportistas, sino que también fortalecen el tejido social de la región, ofreciendo un lugar para la práctica y el desarrollo del talento deportivo.

Aunque la candidatura de Tolima no resultó ganadora, este proceso ha servido para mostrar la capacidad del departamento en términos de infraestructura y la voluntad política de seguir impulsando el deporte. Las autoridades locales, junto con la comunidad, deben ahora enfocarse en maximizar el uso de las instalaciones existentes y en continuar trabajando para posicionar al Tolima como un referente en el ámbito deportivo nacional.

Greis Cifuentes PhD