Las remesas son transferencias de dinero que realizan los migrantes a sus países de origen. Estos envíos de recursos han adquirido gran importancia y relevancia económica para el crecimiento de la economía colombiana. En la región RAP Eje Cafetero, conformada por los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Tolima, las remesas son un factor fundamental en el crecimiento de la economía y en el aporte al PIB nacional, gracias a un crecimiento constante en este concepto. Vale la pena explicar que la mayoría de las remesas provienen, especialmente, de Estados Unidos y España.

Al analizar la relación entre las remesas y las exportaciones, se evidencia que, en algunos departamentos, como el Tolima, las remesas triplican las exportaciones que para el año 2023 estas últimas cerraron en U$ 75.544,18 dólares, lo que representa una proporción significativa de los ingresos totales del departamento.

El incremento de remesas en el departamento del Tolima aumentó considerablemente a partir del año 2019, lo que deja entrever un constante y creciente aumento de los procesos migratorios. Al analizar el crecimiento porcentual de los ingresos por remesas en el país, queda claro que esta constante migratoria se dirige, principalmente, hacia países como Estados Unidos, España, Chile y Reino Unido.

En 2015, el departamento del Tolima recibía U$ 60 millones de dólares en remesas, mientras que otros departamentos con menor población que Tolima recibían los siguientes valores: Caldas U$ 123 millones de dólares, Quindío U$ 171 millones de dólares y Risaralda U$ 428 millones de dólares.

La tendencia creciente de las remesas para Tolima ha sido la siguiente: 2016: U$ 63,21 millones; 2017: U$ 73,45 millones; 2018: U$ 86,83 millones; 2019: U$ 112,18 millones; 2020: U$ 121,11 millones; 2021: U$ 177,49 millones; 2022: U$ 216,29 millones y 2023: U$ 240,21 millones de dólares. Esto muestra un crecimiento del 318% para el año 2023 en comparación con 2016.

El envío de millones de dólares por concepto de remesas desde Estados Unidos hacia Tolima en los últimos tres años se comportó así: 2021: U$ 112,80 millones; 2022: U$ 160,24 millones y 2023: U$ 192,30 millones de dólares. Desde España, el Tolima recibió en millones de dólares los siguientes valores: 2021: U$ 23,72; 2022: U$ 24,44 y 2023: U$ 24,91. Esto deja entrever un estancamiento migratorio hacia Europa, especialmente hacia España, donde se evidencia que las oportunidades económicas son inferiores a las que se pueden encontrar en los Estados Unidos. Del 100% de las remesas registradas para el departamento del Tolima, el 80,1% provienen de los Estados Unidos.

Es importante destacar que los territorios con mayor recepción de remesas son aquellos que cuentan con mayores facilidades de conexión internacional, territorios fronterizos o con mejor conectividad aérea. Territorios con poblaciones menos aglomeradas, rurales dispersas o con deficiencias en conectividad aérea internacional (como el caso del departamento del Tolima) presentan menor ingreso per cápita por concepto de remesas. Sin embargo, el crecimiento de las remesas para el departamento del Tolima ha sido de tal magnitud que, en pocas palabras, puede considerarse "impresionante". Esto sugiere una dinámica migratoria acelerada en los últimos cinco años.

A partir de este análisis, debemos preguntarnos: ¿Por qué se ha dado un incremento tan acelerado en las remesas para el departamento del Tolima? ¿Está perdiendo población el Tolima de manera acelerada? ¿Las personas, especialmente los jóvenes, están migrando ante la falta de oportunidades? ¿Se están dando los procesos migratorios en un marco de legalidad y dignidad laboral?

Mi intención no es criticar este proceso; todo lo contrario, celebro enormemente el crecimiento de los ingresos por remesas para el departamento del Tolima. Este incremento exponencial mejora la adquisición de bienes y servicios, así como la inversión en finca raíz y el desarrollo de otras inversiones, lo que, sin lugar a duda, dinamiza la economía regional.

Es de vital importancia articular acciones con quienes conforman esa inmensa diáspora de tolimenses en el mundo, con el fin de abrir caminos, mercados y oportunidades laborales para nuestros coterráneos. Este ha sido uno de los puntos establecidos en la Visión Tolima 2050, y que me ha interesado profundamente. Impulsar la internacionalización de Tolima a partir de esa diáspora de tolimenses en el mundo es una oportunidad estratégica para miles de personas, especialmente jóvenes, que buscan nuevos caminos.