El mejor ejemplo de centralismo que tenemos hoy en Colombia, es cuando las regiones, departamentos y municipios se nutren de manera casi natural y dependiente de las estadísticas, censos e información generada por el gobierno central a través del DANE o DPN, organismos internacionales, algunas universidades, bancos y otras entidades del orden nacional; siendo escasos los departamentos que organizadamente levantan y procesan datos que se traduzcan en su propia información vigente y útil para una buena gestión gubernamental.

Si se requiere información actualizada sobre el departamento, se debe acudir en estos tiempos pos electorales a los planes de desarrollo que actualmente estructuran las administraciones y vienen aprobando las asambleas, pero que al poco tiempo están ya desactualizados, entendiendo por quienes lo aprueban, que estos planes además de estratégicos deben ser operativos y flexibles, para facilitar su retroalimentación. Planes en su mayoría dependientes de fuentes de financiamiento y factores externos que no se controlan desde lo local, pero si condicionan su capacidad de reacción ante contingencias o desaprovechamiento de recursos, regalías, fondos o programas.

Si es difícil disponer de información especializada y actualizada bajo estas condiciones tan centro dependientes, mucho más será acertar en las proyecciones regionales si no se hace lo propio desde los departamentos cuando las dinámicas y vocaciones son tan particulares, como también los riesgos y las oportunidades.

Solo a manera de ejemplo nos podríamos preguntar, el cómo acertar en la actualización de nuestros Planes de Ordenamiento Departamental POD, Planes de Ordenamiento Territorial POT y Esquemas de Ordenamiento Territorial implementados por los municipios, si no disponemos de una información caracterizada localmente, confiable, ordenada y actualizada, como también, en la ejecución de programas, presupuestos y políticas públicas. O igualmente, el cómo lograr medir y valorar la ascendencia de la economía popular de donde depende económicamente la mayoría de tolimenses, identificándolos plenamente, así sea por necesidad o conveniencia, y visualizando todas las unidades productivas, sean formales e informales, urbanas o rurales, con sus propias fortalezas y necesidades empresariales.

Entonces como no proceder por cuenta propia a identificar, medir y ponderar todas nuestras debilidades y potencialidades, manteniendo vigente esos indicadores y una nutrida capacidad relativa del Tolima para compararse con otros departamentos del país para descifrar tempranamente factores externos que condicionan su desarrollo, y la capacidad de medirse a si mismo a lo largo del tiempo; gestión evolutiva también indispensable para entender el como afrontar sus propios desafíos y mantener un crecimiento regional sostenible.

Es tanta la información inexistente como la no calificada y desactualizada, que angustia al momento de analizar un plan departamental o municipal de desarrollo, o al examinar una proyección territorial a mediano y largo plazo. Datos e información muy generalizada y superficial, que no encarna realidades locales, y sí deja mucho que desear frente a una dependencia casi absoluta con terceros para disponer de una información especializada que asegure el pleno cumplimiento de políticas públicas, planes o visiones regionales a cualquier plazo.

Así es casi imposible avanzar, pues lo que no se mejora se estanca, tal como lo reafirma Peter Drucker quien también es referenciado en la conceptualización del Plan de Desarrollo del Tolima, cuando dice que ¨lo que no se mide, no se mejora¨ al explicar que es imprescindible medir, para evaluar, ajustar y mejorar.

Es mucho el tiempo y el presupuesto que gasta nuestro departamento en estudios socioeconómicos cada vez que requiere construir y ejecutar sus propios planes y programas, o al viabilizar proyectos y desarrollar las obras públicas. Con todo ello, fácilmente se mantendría un instituto descentralizado o una dependencia en la Secretaría de Planeación Departamental como la encargada de procesar y organizar toda la información estadística que se recepcione o se genere en el departamento y todos sus municipios.