“Van a llegar más recursos para la inversión” Martha Alfonso sobre la reforma del Sistema General de Participaciones
En un hecho histórico, el Congreso de la República aprobó en último debate una reforma trascendental al Sistema General de Participaciones (SGP), el mecanismo mediante el cual el Estado transfiere recursos a municipios y departamentos para financiar sectores esenciales como salud, educación, agua potable, saneamiento básico y el funcionamiento de los entes territoriales.
Esta reforma, respaldada por el Gobierno Nacional, aumenta de manera progresiva las transferencias de los ingresos corrientes de la Nación, pasando del actual 24% al 39.5% en los próximos 12 años. Este incremento busca corregir las profundas desigualdades que por décadas han afectado a los territorios, especialmente a los municipios rurales y de categorías inferiores, que enfrentan graves dificultades para cubrir sus necesidades básicas.
Desde las reformas del SGP en 2001 y 2007, los recursos transferidos a las regiones sufrieron una significativa reducción, lo que profundizó la inequidad entre municipios y departamentos. Mientras algunas regiones con ingresos propios lograron sostenerse, otras quedaron rezagadas, agravando las brechas entre lo urbano y lo rural.
Con esta reforma, se espera no solo mejorar la capacidad de inversión de las entidades territoriales, sino también garantizar mayor equidad y fortalecer la descentralización, un principio clave de la Constitución de 1991 que había quedado debilitado en la práctica.
¿Qué Cambia para las Regiones?
- Más Recursos Progresivos: En 12 años, los territorios recibirán un aumento significativo de las transferencias, lo que permitirá mayor inversión en salud, educación, agua potable y saneamiento básico.
- Mejor Capacidad de Gestión Local: Municipios de categorías cuarta, quinta y sexta tendrán más recursos para cubrir sus gastos de funcionamiento, lo que aliviará su dependencia del Gobierno Nacional.
- Cierre de Brechas Territoriales: La medida busca nivelar las oportunidades entre regiones ricas y aquellas históricamente rezagadas.
A pesar de los beneficios evidentes, el éxito de esta reforma dependerá de la transparencia y el uso adecuado de los recursos. Por ello, se hace un llamado a las ciudadanías críticas y activas para ejercer control social mediante veedurías y mecanismos de participación. El objetivo es evitar que los recursos se desvíen y asegurar que se utilicen para mejorar la calidad de vida de las comunidades.
La reforma al SGP no solo es un avance técnico y financiero, sino también una herramienta para garantizar derechos fundamentales y construir un país más equitativo. Este acto legislativo promete transformar las condiciones de vida en los territorios más vulnerables, fortaleciendo la autonomía de las regiones y brindando una oportunidad única para el desarrollo sostenible de Colombia.
"Hoy avanzamos hacia una Colombia más equitativa y descentralizada. Este es un paso histórico para cerrar las brechas entre lo urbano y lo rural", destacó Martha Alfonso, representante a la Cámara por el Tolima.