Según lo indicó la primera autoridad del departamento, cifras recientes de la Defensoría del Pueblo revelan que más de 11 mil personas han sido desplazadas en lo que va del año, dejando una desgarradora estela de violencia, pobreza y desarraigo.

Matiz Vargas destacó que esta realidad no solo debe indignar a los ciudadanos, sino movilizarlos hacia soluciones concretas: “Es imposible pensar en desarrollo, comercio internacional o cadenas productivas sólidas sin una base de seguridad. Sin seguridad, no hay cosechas, no hay empresas y, peor aún, no hay sueños posibles para los colombianos”, puntualizó.

Durante su discurso, hizo un llamado directo a los grupos armados ilegales para que renuncien a la violencia y den un paso firme hacia el diálogo honesto y transparente. De igual manera, apeló al Gobierno Nacional a actuar con mayor contundencia, combinando el control territorial con una inversión social que garantice oportunidades reales para las comunidades más afectadas por el conflicto.

“No podemos seguir gobernando desde los escritorios en la capital. Es hora de estar en el territorio, de escuchar a las comunidades y de conocer de cerca sus necesidades. El Estado debe ser firme en la defensa de la institucionalidad, pero también generoso en la inversión social. Solo así podremos construir una Colombia en paz”, enfatizó.

La excongresista recordó los avances en el Tolima, donde se están gestionando importantes proyectos en educación, infraestructura y desarrollo agrícola, como ejemplo de cómo el trabajo articulado entre instituciones puede transformar territorios. No obstante, recalcó que se necesita un compromiso nacional mucho más robusto para atender las zonas más golpeadas por la violencia.

“Desde el Tolima, estamos listos para apoyar con todas nuestras fuerzas la defensa de la institucionalidad y la democracia. Este no es un llamado ideológico; es un llamado a la acción conjunta. Necesitamos inversión y seguridad, porque sin ellas no habrá futuro posible para las comunidades más vulnerables de Colombia”, concluyó.

Cabe destacar que el mensaje de la gobernadora de los tolimenses resuena en un momento crítico para el país, donde las imágenes de desplazamiento y los estragos del conflicto armado no solo exigen solidaridad, sino acciones concretas por parte de todas las instituciones. Con su liderazgo, el Tolima busca posicionarse como un modelo de gestión territorial integral, demostrando que la paz y el desarrollo pueden ser una realidad cuando hay voluntad política y trabajo conjunto.