La representante Martha Alfonso sacó 'los trapitos al sol' y lamentó la polémica en torno a la construcción del viaducto de la avenida Mirolindo.

Alfonso señaló que la disputa entre el grupo político del exalcalde Andrés Hurtado y el del senador Óscar Barreto tiene frenado el desarrollo de la ciudad.

"Dos sectores políticos, el hurtadismo y el barretismo, nos están sometiendo", afirmó categóricamente la congresista.

La representante hizo una lectura que va más allá de la oposición técnica al proyecto y sugirió que la postura de Hurtado responde a una retaliación contra la Gobernación del Tolima por las trabas que, aparentemente, la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima) impuso a su obra insignia: el puente elevado de la calle 60.

"Sucedió lo mismo: como a Hurtado se le siniestró el puente de la 60, ahora quiere que la alcaldesa siniestre la idea del viaducto de Mirolindo", señaló Alfonso.

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Según la congresista, estas disputas impiden discutir problemas de fondo, como el impacto ambiental generado por la contaminación de los vehículos que congestionan la glorieta de Mirolindo.

Por su parte, el representante Gerardo Yepes, aliado político del senador Barreto, defendió su estructura política y responsabilizó a Hurtado de los desafíos que enfrenta Ibagué.

"El barretismo no ha administrado la ciudad y no ha tenido la posibilidad de que alguien de sus líneas llegue", afirmó Yepes.

Además, aseguró que la oposición de Hurtado a la obra responde a argumentos políticos y demagógicos.

"Hurtado es una persona que carece de conocimiento técnico, está muy mal asesorado y no entiende las fases de ejecución y desarrollo de los proyectos", dijo el congresista.

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Yepes también indicó que la postura del exalcalde evidencia por qué proyectos como el puente elevado de la calle 60 con carrera Quinta no se pudieron concretar.

"Hurtado utiliza su demagogia y su politiquería para impedir el desarrollo de la ciudad y se opone a la buena voluntad del Gobierno Departamental", añadió.