Mauricio Jaramillo renuncia al Partido Liberal

Ecos del Combeima conoció en exclusiva que Mauricio Jaramillo Martínez, hasta hoy máximo líder del Partido Liberal en el departamento, renunció oficialmente a la colectividad tras más de 30 años de militancia. Lo hizo con una carta llena de reproches al expresidente César Gaviria, pero que ha generado polémica por las contradicciones que encierra su discurso frente a su propio historial político.
El detonante de su salida habría sido el aval otorgado por el Directorio Nacional a Gentil Gómez para las elecciones atípicas en Melgar, un respaldo que Jaramillo se negó a aceptar por su cercanía con el ala petrista del ‘liberalismo´’ y su alianza política con su hermano, el ministro de salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, sumándose así otra excusa más para terminar de romper relaciones con Olga Beatriz González, quien fue su aliada por mucho tiempo.

“Eso es un pretexto que han utilizado para declarar de frente una guerra que ya venía fría al interior del Partido Liberal por situaciones burocráticas que desconozco. Yo busqué la conciliación desde Mauricio Jaramillo hasta todos los miembros del Directorio Departamental y solo tuve indiferencia…es claro que Mauricio Jaramillo no tolera un liberal en el Tolima que no sea ‘Jaramillista’”, expuso Gentil Gómez tras conocer la renuncia del máximo líder.
Entre otros motivos argumentados en su carta de renuncia, señaló la falta de renovación dentro del ‘liberalismo’, una causa que muchos seguidores de las banderas rojas le atribuyen no haber promovido jamás.
Como ejemplo, exponen el apoyo nulo a importantes figuras políticas en el Tolima como Camilo Delgado para la Alcaldía de Ibagué, Eduardo Bejarano quien fue excluido sistemáticamente de los círculos de poder, Carmen Sofía Bonilla quien no pudo tener continuidad en Cortolima y Jorge Enrique Cardozo a quien se le cerró el camino a una candidatura cuando tenía mayor respaldo interno.
“Después de haber utilizado al Partido Liberal en el Tolima renuncia. No se pierde mucho, el ‘liberalismo’ pierde una figura que le hizo mucho daño al Partido Liberal, que llevó al partido en sus mejores tiempos a su época más crítica. Habría que resaltar esos hechos que registramos en muchos episodios de cómo se manipuló el partido para meter delincuentes de la talla del señor Orlando Arciniegas, por eso, es lo mejor que le puede pasar al partido”, cuestionó Eduardo Bejarano.

Además, su vanidad lo llevó a lanzarse a la Gobernación del Tolima en las pasadas elecciones, a pesar de estar inhabilitado, negando cualquier posibilidad de que surgiera otro liderazgo distinto al suyo.
“La parlamentarización de las decisiones del Partido así como la evidente influencia de su hijo, Simón Gaviria, es solo una muestra de debilidad”, dijo Jaramillo en su carta. Sin embargo, en el Tolima fue precisamente él quien mantuvo cerrado el círculo rojo, rodeándose siempre de los mismos: Ángel María Gaitán, Jorge Eduardo Casabianca, y otros dirigentes incondicionales, sin permitir renovación ni debate interno.
Ahora se espera que Gaviria mueva sus fichas para reestructurar el ‘liberalismo’ en el Tolima, sin ‘petristas’, y no se descarta una alianza con el barretismo, aprovechando la fractura interna del grupo político del exalcalde Andrés Hurtado con la alcaldesa Johana Aranda.
En lo que muchos califican como una despedida tardía, Jaramillo deja atrás el partido que lo llevó al Senado y a ser protagonista de la política tolimense, justo cuando su liderazgo empezaba a ser desafiado desde adentro, demostrando así que su salida no solo marca el final de una era, sino que abre una puerta para reconfigurar el mapa político del Partido Liberal en la región.