La que parecía que sería la reforma más fácil de tramitar en el Congreso, por el consenso logrado entre el Gobierno, los trabajadores y los empresarios, la reforma pensional arrancó con mal pié su recorrido por la Comisión Séptima del Senado.

Esta mañana la presidenta de la célula legislativa, Norma Hurtado, del partido de La U, luego de esperar un tiempo prudencial para que se conformara quórum determinó levantar la sesión lo que ocasionó una reacción de la bancada de Gobierno.

En principio se confirmó la asistencia de seis senadores, lo que implicaba que había quórum deliberatorio, pero no decisorio.

Hurtado procedió a dar un aplazamiento de 15 minutos, con lo que se logró la presencia de ocho senadores y se inició la discusión.

De esta forma se inició con el estudio de los impedimentos, y el primero en discutirse fue de la senadora Piedad Córdoba, quien tuvo que ausentarse del recinto de sesiones para que la Comisión discutiera el asunto, con lo que se volvió a desbaratar el quórum.

Ante esta situación la presidenta de la Comisión Séptima, determinó levantar la sesión, lo que causó la apelación del vicepresidente de la célula legislativa, Fabián Díaz, del Partido Verde, quien tomó el mando de la sesión y dio un receso de una hora para completar el número de congresistas necesarios para el debate.

Pasado el tiempo, no se completó el quórum, y se tuvo que acoger la decisión de Hurtado.

A la primera discusión de la reforma pensional no asistieron los legisladores del Centro Democrpatico, Cambio Radical, Partido Conserbvador, Liberal, Mira y La U.