Congreso aprobó ley que prohíbe animales en protestas
La participación de equinos y caninos en manifestaciones y protestas únicamente ha derivado en la afectación de los animales que no cuentan con ningún tipo de protección, ni están sujetos a protocolos que garanticen su salvaguarda.
El representante a la Cámara por el Partido Liberal, Juan Carlos Losada, explicó que “si bien en la actualidad existe un importante número de normas y pronunciamientos jurisprudenciales que reconocen a los animales en su calidad de seres sintientes, e incluso desde el año 2016 se tipificó como delito el maltrato animal, a la fecha no existen disposiciones que regulen el uso de animales por parte de la fuerza pública en aquellos escenarios en los que su participación no es definitiva, como las protestas sociales. En estos escenarios los animales están en alto riesgo de padecer daños en su salud, integridad o incluso de morir y, en cambio, su presencia no se ha mostrado efectiva para disuadir a los manifestantes o evitar actos de violencia”.
Bajo este entendimiento, es fundamental que la legislación colombiana continúe avanzando para regular la ejecución de actividades que, aunque legítimas, pueden poner en riesgo la integridad física y el bienestar de los animales en su calidad de seres sintientes. Tal es el caso del uso de animales con el propósito de disuadir manifestaciones, motines y asonadas, eventos durante los cuales pueden resultar lesionados como consecuencia de los enfrentamientos que se presentan en este tipo de escenarios.
Losada, con la aprobación de la conciliación del proyecto en ambas cámaras se avanza en la protección de estos seres que no tienen voz y que tienen un nuevo estatus jurídico desde el 2016: "Hoy le ponemos fin a una crueldad del más alto nivel, pues caballos y perros ya no estarán en medio de bombas de fuego, gases lacrimógenos, piedras y sonidos aturdidores”.
El legislador liberal reiteró que “además al hacer realidad esta Ley, hoy el Congreso hace un llamado a la ciudadanía para que reconozcamos los derechos y el mandato de protección que asiste frente a los animales, limitando su uso en escenarios donde no existen protocolos para garantizar su integridad y su presencia no es disuasiva, ni definitiva para la labor desempeñada por la fuerza pública. No más animales en las protestas".
Como lo refiere la ponencia presentada por el senador Alejandro Vega, el ejercicio de la actividad legítima y necesaria de la fuerza pública de salvaguardar la seguridad y vida de los ciudadanos debe darse en el marco del respeto no solo por la integridad de los seres humanos que, por cualquier circunstancia, se encuentren en medio de alteraciones del orden público, sino también procurando evitar afectar a los otros seres sintientes, esto es los animales.
Para el ponente, Alejandro Vega, es razonable que la Ley disponga que el Estado, representado en las Fuerzas de Policía, deberá abstenerse del empleo de animales como mecanismo de disuasión, máxime cuando las autoridades cuentan con otro tipo de herramientas que les permiten intervenir en situaciones de alteración, garantizando la seguridad de los uniformados y de la ciudadanía.