El reflejo de esta situación, afirman, se puede ver incluso en escenarios y sitios turísticos emblemáticos como las famosas cascadas de Chicalá, las cuales con el correr del tiempo han disminuido su caudal al igual que sucede con otros afluentes.

“Dicen que la disminución del caudal de las fuentes hídricas del municipio, es por causa de la minería, pero realmente es por unos acueductos que fueron construidos en la parte alta de las quebradas que tienen autorizados ciertos metros cúbicos para ser utilizados pero esto no ha sido controlado y algunos propietarios de fincas están tomando esa agua para regar cultivos de árboles cítricos, para sus animales y en algunos cultivos de arroz, para eso no deben ser los acueductos, eso está muy mal utilizado y mal enfocado y se están consumiendo toda el agua, las cascadas por ejemplo, es un balneario muy lindo que tenemos en Payandé pero desafortunadamente hoy no es el mismo escenario porque hace unos años era un verdadero espectáculo por esas imponentes caídas y hoy la realidad es otra”, afirmó el señor Velásquez.

Agregó que en el caso de las explotaciones mineras, ellas se deben ceñir a lo autorizado a través de Cortolima que es el ente encargado de vigilar el cumplimiento de estos lineamientos y de las licencias o concesiones pero que desde la administración municipal y con el apoyo de las autoridades, castigar y controlar a quienes vienen haciendo mal uso del agua en beneficio particular, afectando el bien común.

“En el caso de Cemex, esta empresa le ha aportado algunas cosas benéficas al municipio, pero en otras, San Luís se ha visto afectado pero en gran parte por el mal manejo de las relaciones que se deben mantener por parte de los gobernantes que ha tenido municipio porque desafortunadamente, la falta de honestidad de algunos de ellos hace que la empresa no nos ayude como debe hacerlo, por ejemplo con cemento para las obras y otras acciones porque algunos han llegado algunos a pedir pero para ellos y no para el beneficio del municipio”, concluyó.