A través de un comunicado, el Comité Ambiental del municipio de Venadillo, quiso referirse a las declaraciones que diera el alcalde Ilber Beltrán frente a su apoyo a la población frente a la no construcción de la hidroeléctrica por parte de la sociedad Hidrogeneradora Pijaos S.A.S.

Katherine Ariza, integrante del Comité Ambiental aseguró que el alcalde de Venadillo,Ilber Beltrán, nunca ha tenido en cuenta la posición de la comunidad frente a este tema y además ante las constantes invitaciones que se le han hecho para participar en la socialización del mismo, nunca ha aparecido.

La líder ambientalista indicó que mientras el Concejo municipal en pleno le dijo no a la hidroeléctrica, el alcalde “se hizo el de los oídos sordos”, agregando que muchos saben que el mandatario “es amigo del dueño de la hidroeléctrica, Daniel Benítez Mallarino, se lo llevó a Bogotá hacer lobby político con varios senadores y el presidente del Banco de la República”, situación que fuera denunciada ante la audiencia pública con Cortolima realizada en enero de este año.

 Sobre el supuesto apoyo a los líderes ambientalistas del municipio que indicara el alcalde, la líder desmintió lo dicho debido a que nunca “se ha reunido con nosotros, nunca ha asistido a ninguna de las socializaciones que se ha hecho con la comunidad”, las cuales se han hecho en cada una de las veredas del municipio.

Katherine en entrevista con Econoticias informó que para el día de la audiencia pública, cuando la misma se canceló por temas de seguridad, “el alcalde se estaba burlando de los lideres ambientales y de la comunidad y creo que eso exacerbó los ánimos del municipio”, y rechazó que “ahora de manera acomodada y facilista venga a lavarse las manos. La decisión la toma Cortolima pero él como funcionario y servidor público puede dar su apoyo o desfavorabilidad ante el proyecto y lo ha dicho abiertamente que él apoya a la hidroeléctrica”.

Otro de los aspectos que han venido denunciando los ambientalistas es que “en la Alcaldía de Venadillo estaban recibiendo hojas de vida para que la gente las llevara y trabajaran con la hidroeléctrica la cual hasta el momento no tiene la licencia y estamos esperando la respuesta de Cortolima y el alcalde se ha comprometido con varias personas del municipio para conseguirles trabajo”, advirtió Ariza.

 Frente a los acercamientos del alcalde Beltrán con el Comité Ambiental, la joven dijo que “nos ha hecho el desmérito diciendo que los ambientalistas del municipio no tienen títulos ambientalistas, nosotros tenemos diferentes carreras, hay ingenieros ambientas, civiles, agrónomos, Salud Ocupacional, forestales y dice que ninguna de esas carreras son afines al ambientalismo y nos ha ignorado completamente”.

¿Qué ha pasado?

Sobre el avance que se ha tenido en la búsqueda de la licencia ambiental que le podría otorgar Cortolima a Pijaos S.A.S, se pudo establecer que ya se vencieron los 60 días de plazo para dar respuesta a la solicitud, sin embargo, se conoció que la corporación emitió una resolución donde se ampliaron las fechas porque no habrían terminado de revisar los folios presentados por el Comité Ambiental.

Katherine Ariza frente a este tema, informó que “hace dos días se pasó solicitud para que informen al respecto y una de las respuestas que nos dieron es que los folios que habíamos presentado en la audiencia estaban desaparecidos y ahora toca pasar un derecho de petición para tener una respuesta clara”.

La líder ambintal recordó que el Procurador Ambiental apoyó al Comité toda vez que al conocer la solicitud de licencia, advirtió que “el proyecto tiene grandes falencias en el estudio de impacto ambiental, está utilizando documentos de hace más de 17 años”.

De igual forma se estableció que Pijaos S.A.S “ha ido a las veredas, organizado festines, ha prometido desde un megacolegio hasta puente para comunicar los dos municipios”, denunció la joven, quien también destacó que si se lleva a cabo la construcción de “hidrototare” esto tendría un impacto ambiental, social y económico negativo.

De llegarse a construir la hidroeléctrica, generaría afectaciones a los cultivos de plátano, cacao, café y arroz, además de afectar a más de 80 quebradas y nacimientos del río totare y de no tener un túnel impermeabilizado, se correría el riesgo que “las aguas superficiales se profundicen el rio pierda el abastecimiento que tiene en ese sector”.