Apenas unos días después de que el ‘No’ ganara el plebiscito convocado para revalidar los acuerdos entre el Gobierno y las Farc, Colombia se enfrenta a otro reto, igual de polémico, pero al mismo tiempo decisivo y necesario para el futuro inmediato del país: la reforma tributaria. 

En medio de un entorno polarizado, en el que la incertidumbre reina, el ministerio de Hacienda le da las últimas pinceladas a la iniciativa, que busca reajustar las finanzas públicas del país, impactadas, entre otras cosas, por la caída de los precios del petróleo a nivel global.

Para Horacio Ayala Vela, consultor, profesor y ex director de la Dian, definitivamente este no es un buen momento para un proyecto tan ambicioso como la reforma tributaria. Sin embargo, insiste en que es urgente y necesaria para asegurar la estabilidad económica del país, luego de las malas decisiones del pasado, que han dejado un desequilibrio tributario, que aunque este Gobierno ha intentado corregir aún no ha podido lograr.

Según el exdirector de la Dian, más que conveniente esta reforma es necesaria y no se le puede dar más largas, aunque cree que esta medida -que seguro seguirá enrareciendo el panorama político del país- debió haberse tomado meses antes. 

Los gremios económicos nacionales coinciden con Horacio Ayala en que la reforma tributaria es necesaria para Colombia. 

Este lunes, horas después de conocer los resultados del plebiscito, el Consejo Gremial Nacional (CGN) y otros sectores enviaron su apoyo al Gobierno y le pidieron que el triunfo del ‘No’ en las urnas no afecte el desenlace del trámite de la reforma tributaria, que se presentaría en el Congreso de la República este lunes 10 de octubre.

Según Santiago Montenegro, presidente de la CGN, la reforma tributaria debe seguir con o sin proceso de paz. 

“La reforma tributaria debe continuar su curso para mejorar la competitividad, aumentar la inversión y generar empleo”, sostuvieron los líderes gremiales reunidos en el CGN.

Pero aunque todos coinciden en que su trámite debe ser necesario y urgente, varios sectores han mostrado su descontento e inquietud ante las recomendaciones que entregó el Comité de Expertos Tributarios y sobre algunos de los puntos que estaría contemplando incluir el Gobierno en el texto final de la iniciativa. 

Por ejemplo, el sector de la hotelería le ha pedido al Gobierno que se les descuente la base gravable y rechaza el aumento del IVA. Esta última propuesta también ha sido resistida por otros sectores como la agricultura, la minería y la avicultura, que han dicho que una subida del IVA afectará el consumo de los colombianos y la demanda, ya que impactará directamente el bolsillo de los ciudadanos.

Guillermo Botero, presidente de Fenalco, ha insistido en que el aumento del IVA no sea mayor al 15 por ciento (actualmente está en el 16 por ciento y se ha propuesto subirla al 19 por ciento). Además, se opone a que se graven las bebidas azucaradas, sector muy importante para el comercio. 

Por su parte, Horacio Ayala dice que en una reforma estructural es de suponer que todos los sectores pueden verse afectados en uno o en otro sentido, pero en general la idea es equilibrar todas las cargas para que también haya un mayor beneficio para todos. 

Según Ayala, en la actualidad existen muchos sectores que tienen unos beneficios que reducen sustancialmente la carga, en perjuicio de otros. 

SECTORES HAN PUESTO SUS CARTAS

Aunque aún se desconoce el texto final de la iniciativa, los sectores no se han quedado quietos y han puesto sobre la mesa sus propuestas con el fin de que el Gobierno las tenga en cuenta en la construcción del proyecto. 

La Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), hizo un llamado para que la reforma tributaria no aumente el IVA y el impuesto al consumo a los servicios de comunicación móvil, datos e Internet, ya que impactaría en 30 millones de colombianos, que utilizan estos servicios.

Por su parte, Bruce Mac Master, presidente de la Andi, ha señalado que para mejorar la competitividad en el sector industrial se requiere que el impuesto de la renta se reduzca por debajo del 30 por ciento.

Así mismo, ha mostrado su preocupación por el sector de los combustibles, ya que señala que “si nos equivocamos y seleccionamos instrumentos como el impuesto al carbono, el país perderá competitividad”, y argumenta que no solo se afectarán los sectores económicos que tendrán que enfrentar competidores extranjeros que no tienen este impuesto, sino que todos los ciudadanos deberán asumir nuevos costos al tomar un bus o usar la energía. 

La Asobancaria, por su parte, es partidaria de que bajen los impuestos que pagan los bancos, cuya tasa efectiva de tributación llegó a 62,2 por ciento el año pasado.

El sector minero, entre tanto, ha pedido un descuento en el impuesto de renta por la inversión realizada; del 50 por ciento por exploración y un porcentaje de la inversión en producción variable en función del precio internacional.

Sin embargo, la preocupación de la gran mayoría de sectores sigue siendo el IVA, propuesta que tendrá todos los ojos puestos sobre ella. 

El viceministro Técnico de Hacienda, Andrés Escobar, ya confirmó que en el proyecto que el Gobierno Nacional le presentará al Congreso de la República se plantea eliminar el impuesto a la riqueza, tema que han aplaudido la mayoría de los sectores. 

Ahora lo que se espera es que llegue el día en que se conozca el texto final, y que se hayan recogido las inquietudes de las mayorías en beneficio de un mejor proyecto para todos, que impulse la economía del país y que, sobre todo, no lo siga polarizando. 

Fuente Revista Portafolio (Leer Nota Original)