La senadora Sandra Ramírez llevó ante el Congreso de la República el caso de un millonario elefante blanco en el Tolima.

Durante su intervención en el recinto, Ramírez reveló los problemas que enfrenta el distrito de riego a gran escala, conocido como Triángulo del Tolima, un megaproyecto de riego que inició hace más de dos décadas y que se encuentra incompleto desde hace años.

En su reciente visita a Coyaima, la senadora constató de primera mano la gravedad de la situación.

"La falta de acceso al agua ha tenido un impacto negativo en la calidad de vida de las poblaciones del Triángulo, ya que no tienen agua potable y deben abastecerse mediante pozos en sus parcelas. Las comunidades de Natagaima, Coyaima y Purificación han visto reducida su capacidad para producir alimentos, lo que ha generado inseguridad alimentaria y pobreza", explicó Ramírez.

Además, la senadora destacó que la carencia de un sistema de riego adecuado ha impedido el desarrollo de actividades económicas en la zona. Agregó que la falta de infraestructura ha llevado a un uso excesivo de las fuentes naturales de agua, lo que ha causado la disminución de los caudales de los ríos y la degradación de los suelos.

"La situación del Triángulo del Tolima refleja la ineficiencia y el abandono del Estado colombiano en la gestión de los recursos hídricos y el desarrollo rural", afirmó Ramírez. "Se ha convertido en el símbolo de la pereza y la falta de compromiso del Estado con las poblaciones más vulnerables".

No obstante, la senadora destacó que el Gobierno Nacional tiene la intención de destrabar la obra y finalizar la fase tres del proyecto, con el objetivo de proporcionar a las comunidades afectadas el acceso al agua y los recursos necesarios para su desarrollo.