A pesar de la estabilidad hídrica, los pescadores han reportado una disminución significativa en la cantidad de pescado que logran capturar, lo que ha generado una afectación económica en el gremio. Este fenómeno, que normalmente es sinónimo de bonanza para la comunidad, ha perdido fuerza en la presente temporada, afectado a decenas de familias que dependen de esta actividad para su sustento diario.

“La situación no es crítica, pero definitivamente no hemos tenido una subordinación como las que recordamos en otros años. Los niveles del río están muy bien, y eso es positivo, pero la cantidad de pescado que ha llegado no es la esperada. Esto impacta directamente a los pescadores, quienes no han podido generar los ingresos que acostumbraban en esta época”, explicó Juan Enrique Rondón, alcalde de Honda.

A pesar de las dificultades, la comunidad local y las autoridades están explorando alternativas para mitigar el impacto económico. Entre las opciones que se plantean están la promoción del turismo relacionada con la subienda, el fortalecimiento de proyectos de piscicultura y la gestión de apoyos económicos con entidades regionales y nacionales.

La subienda de pescado en Honda no solo es una tradición económica, sino también cultural y turística. Este espectáculo natural, que año tras año atrae la atención de propios.