En una sesión extraordinaria celebrada este 18 de marzo, el Consejo Superior de la Universidad del Tolima anunció medidas contundentes para reforzar la seguridad en sus instalaciones, tras los actos violentos ocurridos el 13 de marzo en el campus Santa Helena. 

Durante dicha sesión, se abordaron diversas estrategias para garantizar la seguridad y el bienestar de la comunidad universitaria, además de hacer frente a los crecientes problemas relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas en el campus.

Tras rechazar de manera categórica los actos violentos perpetrados por un grupo de personas encapuchadas, los cuales ocasionaron daños materiales a la infraestructura de la Universidad, la institución hizo un llamado a la comunidad universitaria para que rechace la violencia y se comprometa con la defensa de los valores fundamentales de la educación, la cultura y la paz.

Entre las principales decisiones tomadas en la reunión, se destacan las siguientes:

Fortalecimiento de la seguridad: Se implementará vigilancia adicional en el Jardín Botánico Alejandro Von Humboldt y otros espacios universitarios, así como la habilitación de una línea directa de denuncias para que la comunidad universitaria pueda reportar incidentes de seguridad de manera confidencial.

Recuperación de espacios académicos: El Consejo Superior también destacó la necesidad de recuperar y asegurar el uso adecuado de áreas como el "Okupa", con el objetivo de garantizar su funcionalidad en beneficio de la academia, la investigación, las artes y la cultura.

Prevención del consumo de sustancias psicoactivas: En colaboración con las Secretarías de Salud e Inclusión Social del Tolima, la Universidad implementará estrategias para prevenir el consumo de sustancias psicoactivas en el campus, así como acciones de mitigación de riesgos asociados a este problema. Estas medidas incluirán programas de bienestar y campañas de concientización dirigidas a toda la comunidad.

En la misma línea, el Consejo Superior reiteró su firme rechazo a todas las formas de violencia, incluidas la violencia sexual, laboral, simbólica y de género, tanto dentro como fuera de la institución. 

Además, el Consejo enfatizó en la importancia de proteger los derechos y libertades de los miembros de la comunidad universitaria, brindando garantías en cuanto al seguimiento de denuncias y casos de violencia o discriminación, y elevando estos asuntos a las instancias correspondientes para su conocimiento y acción.