Durante más de dos décadas se ha hablado en Ibagué de la restauración del Panóptico, una construcción símbolo de la tortura, el dolor y la violación de los derechos humanos que en 1998 fue declarada como Monumento Nacional.

Sin embargo, la obra destinada a convertirse en un centro de memoria y cultura, terminó convirtiéndose en un monumento a la corrupción, la mala gestión administrativa y el abandono.

Durante el mandato de Guillermo Jaramillo como gobernador del Tolima se gestionaron a través del exsenador Carlos García alrededor de 4.500 millones de pesos para iniciar las obras de restauración, pero esos fondos se malversaron y hasta el momento el edificio está convertido en un elefante blanco.

Es importante resaltar que en América Latina solo hay cuatro panópticos: la Cárcel de Quito, el Panóptico de Ciudad de México, el Panóptico de Bogotá, hoy sede del Museo Nacional y el Panóptico de Ibagué.

De ahí la importancia de la estructura que ha sido usada para impulsar campañas políticas, gestionar recursos para la corrupción y hasta hace poco era sede de jibaros, consumidores de estupefacientes y alimañas de todo tipo.

Una luz al final del túnel

La administración de Jaramillo inició un proceso para atraer nuevos recursos que permitieran la recuperación del Panóptico y entre sus gestiones logró que el Fondo Nacional de Turismo y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, seleccionará a Ibagué para ser sede del Museo Nacional de la Música, un ambicioso proyecto que se instalaría en la parte antigua de la cárcel, para ello la Alcaldía está realizando grandes esfuerzos económicos para inyectar el capital necesario para la restauración. 

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Otro de los proyectos que se vienen adelantando dentro de la estructura, es el de la Casa de la Memoria, la Reconciliación y Derechos Humanos, un proyecto que busca incentivar la memoria histórica de la cuidad a través de un espacio en que los tolimenses puedan conocer cifras reales de lo que fue la violencia en el departamento y tener una memoria física de las huellas que dejó el conflicto en los tolimenses.

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Es precisamente a través de la apertura de la Casa de la Memoria que el Panóptico ha cobrado vida en las últimas semanas, por designación del alcalde Jaramillo, la defensora de derechos humanos, Nubia Russi, inició una batalla titánica contra el abandono y poco a poco ha logrado que los consumidores habituales sean remplazados por artistas urbanos, los ladrones por gestores culturales y el silencio por un sin número de voces que cada tarde se dan cita en este espacio para fomentar la cultura y la sana diversión.

Empoderamiento de espacios

Nubia Russi relató que al llegar al Panóptico encontró que no existe un presupuesto para administrar la Casa de la Memoria, que funciona en la antigua casa del alcaide de la cárcel, un espacio que se encontraba en total abandono y que requirió de muchos voluntarios para ponerla en funcionamiento.

“La casa está totalmente restaurada pero estaba inhabitada y necesitamos un gran esfuerzo para adecuarla para la comunidad, estaba invadida de jibaros, ladrones y abandono, sin embargo la iniciativa del señor alcalde de recuperar la memoria y el Panóptico para la ciudad ha sido vital para recuperar este espacio”.

En este proceso ha contado con muchas manos entre ellas las de Amparo Betancourt, Ángela María de la Pava, la Policía Metropolitana, la Sexta Brigada del Ejército, funcionarios de la Alcaldía, gestores sociales y comunidad en general interesada en la recuperación de este importante espacio de la ciudadanía.

Actualmente la propiedad se encuentra intervenida por el Ministerio por lo que no se pueden realizar inversiones por el momento desde el municipio, sin embargo la directriz que se ha dado es la de abrir el espacio para evitar que las bandas delincuenciales sigan apropiándose del patrimonio de los ibaguereños y fortalecer la seguridad para que niños, jóvenes, adultos y ancianos puedan utilizar el lugar como un espacio de relajación, tertulia y encuentro mientras se logran culminar las obras de restauración que ya se vienen adelantando para darle vida al Museo.

“Estamos muy contentos porque poco a poco la gente ha regresado al Panóptico, ya no tenemos olor a consumo de estupefacientes ni se registran atracos, contamos con público desde las 9 de la mañana hasta casi las 9 de la noche”.

Nubia Russi comentó que este espacio es totalmente gratuito y tiene una gran infinidad de usos apropiados para el disfrute de la ciudadanía entre ellos el préstamo de los salones de conferencias que albergan hasta 200 personas sentadas y un teatrino totalmente acústico abierto al público, sin contar con un área rodeada de árboles con más de 200 años de vida y campos amplios que podrán ser utilizados para picnic, encuentros culturales, tertulias etc.

“Los espacios del Panópticos son gratuitos, si alguien quiere realizar una conferencia, un taller, realizar un encuentro o proyectar una película nosotros estamos en capacidad de prestarle un escenario espectacular totalmente gratis, necesitamos que la ciudadanía se empodere de estos espacios y haga uso de ellos”. 

Recuperación de la cárcel vieja

Las obras impulsadas desde el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo ya han iniciado y actualmente se encuentran en un proceso de recuperación del techo y para ello se están adelantado obras de sobrecubierta donde se apuntalan grandes espolones de guadua para techar el edificio dado que el abandono y el paso del tiempo había causado un grave daño.

Esto es necesario para poder iniciar las obras internas de restauración y se espera que más o menos en un mes y medio esta parte esté completada y los restauradores puedan empezar a intervenir el edificio para transformarlo en la nueva sede del Museo de la Música. 

“El alcalde entregará está obra que en el primer piso tendrá el Museo de la Música y contará con teatrino, estudio de grabación y todo lo relacionado con nuestros orígenes musicales y en el segundo piso contará con todo lo que tiene que ver con los derechos humanos y la memoria histórica del conflicto armado, será un escenario que tendrá capacidad de atender a más de mil persona al tiempo y está proyectada a convertirse en el centro cultural de Ibagué y el centro del país, esperamos que este sueño se materialice sobre octubre del 2019”.

Ruta Cultural

Obras como las del Panóptico y las que se vienen realizando en el Conservatorio del Tolima están encaminadas en fortalecer una ruta turística que pueda ser explorada tanto por los tolimenses como los turistas que arriban a la ciudad.

Alexander Vicens, director de Turismo de Ibagué, explicó que la recuperación del Panóptico no ha sido fácil pues se debió iniciar el proceso jurídico de revisar los convenios y contrataciones de los últimos años, liquidar lo que se debía liquidar y actualizar el Plan de Manejo Especial.

Los esfuerzos de la Alcaldía han estado enfocados en articular a la ciudad en turismo cultural con una oferta diferenciada y competitividad que parte del conocimiento de derechos humanos y reconciliación así como darle validez a la marca ‘Ibagué Capital Musical’ a través del Museo de la Música.

“Queremos tener un espacio dedicado al tema de la música donde la danza y los movimientos relacionados converjan y nos ayuden a impulsar nuestro Festival. El proyecto del Panóptico contempla no solo la edificación de la cruz sino la utilización de los espacios de alrededor en donde se proyecta un uso comercial y recreativo, hay una oferta de servicios directa que se ofrecerá en las instalaciones pero esto genera una serie de dinámicas que son de alta relevancia, queremos que los gestores culturales de la música y la memoria vean al Panóptico como un centro neurálgico y los visitantes y turistas puedan vivir una experiencia completa”.

La ruta cultural que se pretende impulsar a través de las obras e inversiones comprende la carrera tercera, el Teatro Tolima, la Plazoleta Darío Echandía, la Plaza Bolívar, el Parque Murillo Toro, el Parque de la Música, la Plazoleta del Parque Centenario, La Concha Acústica, el Panóptico, el Museo de Arte y el Conservatorio del Tolima.

Una apuesta que sin duda de consolidarse podría brindarle a la ciudad un nuevo plan que ofrecerle no solamente a los ibaguereños sino también a los turistas que en la actualidad más que conocer un lugar, buscan vivir experiencias que les generen sensaciones a largo plazo, una posibilidad que Ibagué podría ofrecer si esta vez los recursos se direccionan bien y se logra sacar adelante el proyecto del Panóptico que viene adeudándosele a la ciudad hace más de 20 años.

La invitación es a visitar el Panóptico, empoderarse de los espacios y a través de este empoderamiento ejercer presión para que las autoridades sigan priorizando las obras y se logre por fin un espacio cultural, recreativo, económico y de disfrute de espacio público, que tanto reclaman los ibaguereños.